El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) actualizó sus datos sobre las consecuencias humanitarias que han tenido los seis conflictos armados que vive Colombia durante el primer semestre del 2022. En este informe se advierte que la violencia se sigue intensificando en Colombia por cuenta de enfrentamientos, desplazamientos, confinamientos y desapariciones.
Entre enero y junio del 2022, el CICR registró 377 víctimas de artefactos explosivos (un 43% más que en el primer semestre del 2021). La mayoría de estos casos ocurrieron en Cauca, Antioquia, Arauca, norte de Santander y Meta y los más afectados fueron los civiles considerando que el 53% de las víctimas fueron personas ajenas al conflicto armado.
En medio del panorama de enfrentamientos armados está la desaparición de por lo menos 61 personas principalmente en departamentos como Arauca, Norte de Santander, Chocó, Cauca, Nariño y Antioquia. Pese a tener este dato, el CICR reitera que esta cifra no da cuenta del total de casos que pudieron ocurrir durante los primeros seis meses del 2022.
En cuanto a desplazamientos, se registró que unas 70.803 personas tuvieron que dejar sus territorios. 29.729 de los desplazados salieron de forma masiva de departamentos como Nariño y otras zonas del pacífico. Los otros 41.074 colombianos desplazados salieron individualmente de sus territorios principalmente por amenazas directas de los actores armados.
En contraste a los desplazamientos, el actuar de los grupos armados ilegales y enfrentamientos entre estos con las fuerzas armadas y la presencia de artefactos explosivos resultó en 19.210 personas confinadas principalmente en el departamento del Chocó.
Otro de los grupos más afectados por cuenta del conflicto armado es el sector de la salud que, en la primera mitad del 2022, fueron amenazados y sus labores de ayuda sanitaria se vieron perjudicadas. Aparte de los combates en cercanía a las instalaciones médicas y amenazas a los trabajadores, se reportó el asesinato de 3 pacientes y 2 profesionales de la salud.