Expertos afirman que Paya debería ser importante para el país, pero está olvidada. Después de 200 años de la batalla de las Termópilas de Paya, para llegar a ese rincón de Boyacá incrustado en la cordillera oriental, se requiere cruzar por trochas, caminos difíciles y bellos paisajes.
Alberto Sabogal, historiador, quien viene caminando desde Arauca hace más de 25 días, dice que Paya se obtiene la primera batalla denominada las Termópilas el 27 de junio de 1819.
En la parte alta de Paya hay un fuerte (unas trincheras) que es una estrella de ocho puntas construida con piedra labrada en aquella época por los indígenas, pero con ingeniería española; allí derrotaron a los realistas que fue decisiva porque si se hubiera perdido las cosas serían diferentes», cuenta.
Las mujeres fueron claves en esta batalla como el caso de Simona Amaya, que hacia parte de las Juanas, acompañantes del Ejército patriota, unas como enfermeras, cocineras y esposas.
«Simona Amaya oriunda de esta zona del país quería ser parte del Ejército que no aceptaba mujeres en sus filas, pero ella se pone un traje militar haciendo el papel de hombre y siguió toda la campaña así hasta cuando en el Pantano de Vargas fue herida. Allí se dieron cuenta de su condición como mujer», explica el historiador.
Fernando Vega, historiador de la Uptc, cuenta que la agreste topografía de Paya afectó la salud de los llaneros y la legión extranjera, sobre todo en época de lluvia que se dio la campaña libertadora.
«Cuando los guerreros ven hacía el páramo de Pisba empieza ejercer presión el miedo tanto en las tropas patriotas como realistas», explica Vega.
Campo Aníbal Leal, historiador dice que el clima en esa época era mucho más duro. «He leído crónicas donde dice que los soldados veían nieve en el páramo de Pisba».
Paya olvidado
Una de las pancartas, ubicadas en el parque principal de Paya reza: «bienvenidos, bicentenario del olvido 1819 – 2019.
El alcalde de Paya, José Roldan Maldonado, el municipio tiene el 83% de necesidades básicas insatisfechas. «Lo que indica que tenemos deficiencia en vivienda, faltan centros de educación, salud y escenarios deportivos».
Dice que Paya si se siente olvidada porque la ruta libertadora debería ser importante para el país, «pero no es así».
«Aquí la gente contribuyó a esta gesta libertadora, pero no hemos tenido reconocimiento de nada en obras concretas», dice.
Es tal el abandono del Estado, pero también el desgano de sus habitantes, que tras dos siglos, apenas hasta este jueves por primera vez se dio a conocer el himno oficial de Paya, escrito por el historiador Eduardo Malagón con los arreglos del maestro Wilson Quintero Quintana.
Don Gilberto Daza dice que, en Paya hay gente que tiene la capacidad de escribir un himno y por ello dice no le gustó por qué no «fue construido con gente de aquí».
Por su parte, Adriana González, habitante del sector, dice que es parte fundamental para la región para simbolizar a Paya como municipio.
Mientras que Carlos Arturo Cachay, habitante, resaltó los arreglos musicales y la letra. «Sus partituras, los coros revueltos muy bien ajustadito».
