A propósito de las recientes declaraciones del Gobernador de Arauca, Ricardo Alvarado Bestene sobre la investigación que adelanta la Fiscalía General de la Nación, relacionada con la construcción del Comando Gaula – Sipol en Arauca, es necesario precisar algunos hechos, manifestados por el mandatario regional.
En primer lugar, el 27 de mayo de 2016, actuando como Gobernador de Arauca, Ricardo Alvarado Bestene firmó el contrato 128 de 2016, por un valor de 16 mil millones de pesos, para la construcción de las instalaciones del GAULA – SIPOL en Arauca y que en su administración autorizó dos suspensiones y dos adicionales de valor, por lo que el monto total supera los 19 mil millones de pesos, donde la obra debió haber sido entregada en diciembre de 2016.
El mandatario regional insiste en los avances de la obra, cuando ésta tiene dos años de retraso y aún no hay fecha definida sobre la entrega de la misma. Más grave aún es afirmar que, no sabía de los intereses de sus familiares en la obra, hecho que no lo deja muy bien parado, cuando su sobrino Julián Alvarado Moreno, es el «Gerente Administrativo y Financiero» del proyecto, en otras palabras, es el encargado de manejar los recursos, “patinar” las cuentas en la gobernación y hacer las transacciones financieras de los millonarios recursos.
Es cierto que hasta ahora nadie puede probar que Alvarado Bestene haya recibido dineros por parte del contratista del Gaula, pero también es evidente que varios de sus familiares cercanos se favorecieron de dichos recursos, como se ha mostrado a través de diversos documentos por los cuales la Fiscalía decidió abrir la investigación.
Es igualmente cierto, que hasta el momento no se conoce ningún documento que vincule a su sobrino Miguel Matus Alvarado, pero también lo es, que el periodista publicó y compartió en redes sociales una fotografía donde aparece él, junto a su tío, el señor Francisco Alvarado Bestene y el contratista en la obra del Gaula en Arauca, constituyéndose en la única prueba fílmica donde aparecen familiares del gobernador en la obra y en compañía del Contratista.
Es precisamente ésta, la pertinencia del documento fotográfico que se dio a conocer y que tanta molestia ha causado al joven político araucano. Sería conveniente que Matus Alvarado explicara ¿qué hacía en esa obra? ¿Acaso cualquier persona puede ingresar a hacer “turismo” en una instalación policial y tomarse fotos libremente?
Ahora bien, en cuanto que para el gobernador sea un «refrito» el hecho de que un tema que refirió en su momento y con anterioridad está casa radial, por fin haya sido puesto en conocimiento a nivel nacional y se adelanten las investigaciones pertinentes, sólo la justicia y las autoridades determinarán qué tanto lo es.
