China acusó en la ONU al gobierno de Donald Trump de utilizar el “chantaje” y la “intimidación” en materia comercial, unas acusaciones que Estados Unidos rechaza.
“El unilateralismo va en aumento y las prácticas de intimidación se están generalizando (…), en desafío flagrante del orden internacional”, que “amenaza la paz y la estabilidad mundiales” dijo el embajador chino, Fu Cong, en una reunión del Consejo de Seguridad sobre “prácticas de intimidación en las relaciones internacionales”.
Fu acusó directamente a Estados Unidos, que, al imponer aranceles “con diversos pretextos a todos sus socios comerciales”, está “perturbando gravemente el orden económico mundial”.
Con el pretexto de la “reciprocidad” y la “justicia”, Estados Unidos sitúa sus intereses “por encima del bien común de la comunidad internacional”, denunció, antes de instar al mundo a elegir entre el respeto a las “reglas básicas” de las relaciones internacionales y la vuelta a “la ley de la selva, donde el fuerte ataca al débil”.
“Ninguna forma de presión, amenaza o chantaje es la manera correcta de tratar con China”, espetó.
La representante estadounidense en el Consejo, Ting Wu, rechazó estas acusaciones.
“El mundo debería fijarse en las acciones de China, no en sus acusaciones vacías, a la hora de juzgar sus contribuciones al sistema internacional”, dijo antes de acusar a Pekín de desplegar, “durante demasiado tiempo”, “prácticas comerciales unilaterales e injustas” y de utilizar su ayuda internacional como “un arma” para “intimidar” a los países en desarrollo.