La Fiscalía presume que Liliana Carrascal Gallardo, habría quedado como coordinadora de las actividades ilegales de la organización, que dirigía su esposo Ovidio Pérez Sánchez, alias ‘Toyota’, extraditado a los Estados Unidos en julio de 2018, y era la encargada de administrar la distribución y custodia de las propiedades usando a terceras personas para que sirvieran como testaferros. La presunta organización habría alcanzado a lavar cerca de 9.700 millones de pesos, representados en un edificio, un hotel, una casa, un apartamento, una finca, un lote, dos camionetas y un automóvil de gama alta, entre otros, ubicados en Cúcuta, Los Patios y Villa del Rosario, Norte de Santander.
Estas personas que conformaban la supuesta red de lavado de activos no tenían la capacidad económica para adquirir los bienes de los cuales figuran como propietarias según los estudios financieros del ente acusador.
La Fiscalía les imputó a las cinco mujeres los delitos de lavado de activos, testaferrato y concierto para delinquir con fines de lavado de activos. Entretanto, un juez de garantías de Cúcuta le concedió la detención domiciliaria a Liliana Carrascal y Lory Karina Carrascal, mientras que a las tres investigadas restantes les concedió la libertad condicional.