Durante la audiencia de reanudación sobre la licitación de pasaportes, el canciller Álvaro Leyva anunció que este proceso para garantizar la expedición de estos documentos queda desierto. El anuncio del jefe de la cartera diplomática se da en medio de los reparos que había habido a ese proceso por posibles irregularidades, dado que solo tenía un oferente, que además tiene el contrato actual: Thomas Greg & Sons.
“No se pretenden salvar o enmendar presuntos errores, sino dar garantías con el proceso”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores durante la lectura de este acto administrativo que declara entonces desierta la licitación, luego de varias suspensiones y polémicas en torno a la entrega de este contrato que ronda los $600.000 millones de pesos.
Esta decisión, sin embargo, deja en riesgo el proceso de expedición de pasaportes, en vilo por una posible parálisis, dado que el contrato actual va hasta el próximo 2 de octubre. Para evitarlo, Leyva anunció que mientras se surte el nuevo proceso de contratación, “se declarará el estado de urgencia manifiesta, para garantizar la continuidad del servicio”. Es decir, se seguirá momentáneamente con el oferente actual.
El presidente Gustavo Petro solicitó al canciller que se apersonara de esta licitación y las denuncias de posibles irregularidades. Aunque el secretario general del ministerio consideraba que Thomas Greg & Son cumplía con los requisitos y se podía materializar la licitación, el canciller optó por declararla desierta.