Un indígena de la comunidad Curipao, pero adscrito a Barranco Negro Casanare, se convirtió en nueva víctima ayer de las minas antipersona en jurisdicción del municipio Tame.
No prosperó esta madrugada un intento de invasión de un predio aledaño a las instalaciones de la Fundación El Alcaraván que pretendieron llevar a cabo unas 200 personas que manifestaron pertenecer a la comunidad desplazada residente en esta ciudad.