Aprovechando el gran número de ciudadanos venezolanos que huyen del régimen y de las difíciles condiciones económicas de Venezuela, cientos de personas salen de ese país, sacandole provecho a las ventajas que da nuestra frontera porosa y especialmente la araucana, donde los controles son escasos o nulos. Las ofertas se promueven a través de redes sociales y son variadas. Las hay desde todo incluido, donde al viajero le pagan hasta la alimentación en el recorrido, esto incluye el pago por los pasos o trochas ilegales existentes a la zona. Según algunos viajeros, también incluiría el pago a la guardia venezolana y a la guerrilla.
De igual forma los costos varían, por ejemplo, un viaje desde el centro de Venezuela hasta Ecuador, fácilmente puede costar 300 dólares, es decir, un poco más de un millón de pesos. Muchos de los viajeros se dirigen hasta el sur del continente con destino final Perú o Chile.
El pago es por adelantado, en dólares y de estos recursos se benefician canoeros, guardia venezolana, taxistas, empresas de buses colombianas, la guerrilla y al parecer algunas autoridades colombianas encargadas de controlar el tránsito y el flujo migratorio en Arauca.
Desde todas luces es un viaje riesgoso, donde se aprovecha de la inmensas necesidades de un pueblo para “huir” de un régimen político económico que acabó con la esperanza de sus ciudadanos. Esta situación es explotada por “traficantes” de personas, organizaciones transnacionales, con vinculación a grupos ilegales y a traficantes de drogas que operan en la frontera Colombo Venezolana.
Para llegar a Colombia, muchos de ellos viajaron hasta 20 horas en bus por territorio venezolano. Cuando ingresan al Estado Apure, se encuentran con la cruda realidad de tener que enfrentarse a la exigencia de autoridades venezolanas que para permitir su libre tránsito: deben “cancelar” en pesos o dólares y así continuar el viaje. Aquí la cuota oscila entre 10 mil y 20 mil pesos por persona.
Ya en la orilla del rio, en el paso de la canoa, el control es de los grupos ilegales armados colombianos, donde se realiza un pago para el paso a Colombia, que depende de muchos factores y puede variar dependiendo de las dificultades del momento, como la presencia de la armada o un operativo de la Fuerza pública al lado colombiano. Aquí el pago puede estar entre 5 mil y 50 mil pesos por persona.
Una vez a este lado del rio, es decir en Arauca, son ubicados en alguno sitios en cercanías a la sede de la Aduana o el Colegio Simón Bolívar, donde son recogidos por taxis o vehículos particulares (piratas), que los llevan hasta la Vereda Mata de Gallina, en la vía nacional, que conduce de esta ciudad a Tame, donde los esperan buses de servicios especiales para ser transportados al interior del país o continuar su viaje hasta la frontera con Ecuador, en un recorrido por lo menos de 36 horas.
Según fuentes consultadas por La Voz del Cinaruco, al día pueden salir del departamento de Arauca hasta 10 buses, con capacidad para 40 pasajeros, donde no se tiene en cuenta los protocolos de bioseguridad, así como tampoco le legalidad de las empresas o la autorización o guía para hacer este recorrido. Adicionalmente están haciendo uso indebido de algunos sitios del municipio de Arauca para convertirlos en terminales satélites. Si a estos buses se les suma que en las línea de transporte interdepartamental, existen unos 10 viajes diarios a Bogotá y en su mayoría son ocupados por ciudadanos venezolanos, se podría estar hablando de un flujo diario entre 500 y 600 personas.
La ruta que están usando, según se pudo establecer es la vía Arauca – Yopal – Villavicencio – Bogotá – Cali – Pasto, sin embargo, alguna de estas empresas están desviándose por la ruta, Bogotá – Pitalito – Mocoa – Pasto, que es un poco más corta. En las dos rutas escogidas los controles de la Fuerza Pública son escasos o nulos.
Un viaje redondo
Igualmente, en su recorrido de regreso a Arauca, estos vehículos de servicios especiales vienen con pasajeros que recogen desde Pasto, así como en las ciudadanes por donde transitan con rumbo hacia esta frontera. Sin embargo, no es suficiente con en el transporte de personas, según fuentes consultadas, es muy posible que estos vehículos estén trayendo drogas y cualquier clase de ilícitos desde el sur del país, especialmente desde el departamento del Cauca, para ser ingresados por esta frontera a territorio venezolano y que tendrian como destino final los mercados internacionales, bien sea Europa o a los Estados Unidos.
Por ahora las autoridades en el departamento de Arauca no se han pronunciado al respecto, así como tampoco se tiene evidencia de operativos o controles a estos vehículos y personas. Sin embargo, según medios del Casanare, el 4 de marzo se reportó un accidente de tránsito en la vía entre Hato Corozal y el Puente San Salvador, donde se volcó uno de estos buses, dejando como resultado tres ciudadanos venezolanos heridos, los que fueron atendidos en hospitales de ese departamento llanero.