Luego de que se diera a conocer un caso de violencia en Bucaramanga, donde una mujer habría sido agredida con una botella por parte de un adulto mayor, por no aceptar que este le hiciera insinuaciones sobre su apariencia, en el Congreso no solo rechazaron lo sucedido, sino que informaron sobre un proyecto de ley que castigaría las conductas de abuso como si fueran un delito. «Este proyecto que cuenta con el respaldo de la mayoría de mujeres en la Cámara de Representantes, busca tipificar como delito el acoso sexual callejero; hoy simplemente es visto como injuria de hecho.
La iniciativa busca penas hasta de 2 a 4 años para este tipo de actuaciones», explicó la congresista y autora de la iniciativa, Katherine Miranda.De hecho, la representante por Bogotá lamentó que «millones de mujeres nos hemos visto vulneradas en el espacio público, en Transmilenio, en los buses, con tocamientos indebidos, hostigamientos físicos y verbales, con exhibicionismo en la calle. Tenemos que idear espacios públicos, que le brinden garantías a las mujeres para el libre desarrollo de su personalidad y para que se sientan seguras».
Sin embargo, la legisladora aclaró que «el proyecto no pretende castigar al que dice un piropo, sino al acosador, al manoseador, al que aprovecha la extrema cercanía en el transporte público para asediar sexualmente a las mujeres, al que acecha a las mujeres en la soledad de la calle o del parque, al que hostiga a las mujeres en un bar u otro espacio de acceso público”.
La iniciativa ya se encuentra lista para tener su primer debate en la Comisión Primera de la Cámara. De ser aprobada en sus cuatro discusiones y convertirse en ley, se sancionaría de ahí en adelante «con pena de prisión a quien realice tocamientos indebidos, exhibicionismo de contenido sexual explícito; a quien asedie verbal o físicamente con intenciones sexuales en espacios públicos o semipúblicos», concluyó Miranda.
