Al parecer quedaron atrás las épocas en que en el recinto de la Corporación se aprobaba a “pupitrazo limpio”, se improvisaba y no se hacía control político.
Por buen camino, va la Asamblea de Arauca que en este primer año, pidieron a la mayoría de secretaria y entes descentralizados informes sobre su gestión. Han intentado debatir y hacer control político, como el más reciente a la dignísima Directora Corporinoquia, que a pesar de las innumerables invitaciones por fin asistió al recinto, pero no solo a entregar un informe sino a reclamar por la presunta incidencia y manipulación política en las investigaciones que tiene la entidad.
Olvidó la Directora Martha Plazas Roa, que para llegar a ese cargo contó con el respaldo del grupo político del exalcalde William Reyes Cadena y del entonces Gobernador de Arauca, Facundo Castillo. Igualmente con ese mismo apoyo, llegó a la entidad la actual Secretaria General, Mauren Carlina Navarro, quien fue Secretaria Privada del mencionado exalcalde. Así mismo, nombró como Director de la Seccional en Arauca al Ingeniero César Augusto Cortés Herrera, allegado a Reyes Cadena.
Son muchos los interrogantes por resolver en Corporinoqia. Por ejemplo, no informó sobre el avance de las más de 30 investigaciones que tiene la entidad y que hasta el momento no hay resultados sobre casos que atentan contra el medio ambiente. Tampoco se refirió al daño ambiental a lagunas y esteros causados por la industria petrolera, ni sobre el impacto ambiental que están causando los cientos de hectáreas de arroz cultivadas en el frágil ecosistema de la Orinoquia. Quedó pendiente también por informar sobre el lamentable estado de las fuentes hídricas. Menos habló sobre la impresionante tala de árboles que está acabando con extensas áreas del piedemonte y sabana llanera.
La intención de los diputados en este caso es más que valida. La ciudadanía valora esta posición crítica que debería repetirse en otros casos. Sin embargo, también olvidaron algunos corporados, que el Departamento de Arauca es socio de Corporinoquia y como tal tienen todo el derecho de cuestionar el pobre trabajo mostrado hasta ahora por el ente medio ambiental, así como informar en qué están invirtiendo los millonarios recursos que esa institución maneja.
La Asamblea debería intensificar el control político en las áreas neurálgicas de la administración y entrar de plano a investigar los presuntos hechos de corrupción que se vienen denunciando en los medios. Si los diputados no cumplen a cabalidad su papel de garantes de la buena ejecución de los recursos públicos, se convertirán en cómplices ante la sociedad de los hechos que se están denunciando y son de conocimiento público.
Todavía hay tiempo para que la Asamblea saque una nota destacada y no pasar el año raspando, a pesar de la falta de argumentos y el silencio de uno que otro diputado. En términos generales, se está trabajando. La imagen ha mejorado, pero falta mayor estudio, crítica, debate, y menos mermelada.