Ni más ni menos, así es como se siente la comunidad Araucana con las promesas y los cuentos de campaña que llevaron a los actuales Congresistas por Arauca a la Cámara de Representantes. Prometieron más de 13 mil viviendas y trabajar como hormiguitas por el pueblo, porque ahora si habría quien nos representara en el legislativo colombiano.
En las actuales circunstancias, Arauca necesita acompañamiento de los congresista que sacaron partido, o mejor que sacaron votos en esta región del país y que hoy brillan por su ausencia.
Se pensó que teniendo un “costeño amigo”, como el Senador José David Name, presentado hábilmente por el grupo político del exalcalde William Reyes Cadena, tendríamos una voz de apoyo en el Parlamento, y quien a su vez fungió como Presidente del Congreso, con el que teníamos la esperanza de conseguir recursos para la vía de La Soberanía o extender las vías de cuarta generación al departamento de Arauca, pero lo que presuntamente se consiguió fue atraer a contratistas en busca de nuestros recursos y ampliar sus cuotas burocráticas en esta región del país.
También se pensó, que teniendo un Representante a la Cámara como Albeiro Vanegas Osorio, quien decía era cercano al Presidente de la República y que con él se podrían conseguir grandes cosas para Arauca, se olvido rápidamente de sus promesas, en cambio este congresista, votó a favor para que de un rasponazo nos quitaran las regalías y no contento con eso, metió al departamento de Arauca, en el peor engaño en su historia: el Contrato Plan, el cual hoy esta desfinanciado.
Hoy nos enfrentamos a la cruda realidad, no hay plata y se necesita con urgencia hacer gestión para sacar la región de la crisis económica. Urge buscar alternativas de solución al problema de los costos de la energía, las cuales deben hacerse frente a la Comisión de Regulación de Energía y Gas – CREG, y sencillamente en el Congreso de la República, no hay quien reclame, quien exija y menos quien llore por Arauca. Excepto el Senador Jorge Robledo, del Polo Democrático.
Asimismo, no hay quien levante la voz y con argumentos exija al gobierno nacional y le haga ver a los demás congresistas la importancia de la vía de La Soberanía, que es fundamental para la comercialización de productos entre los llanos y el centro-oriente del país. Esta obra debería ser priorizada en los proyectos para una paz verdadera en Colombia. Lo único que nos falta en Arauca, es llevar este asunto a La Habana, a ver si al menos es incluida en los proyectos del posconflicto, como una reclamación válida de las comunidades, que por más de 50 años han luchado por la terminación de este eje vial.
Mientras tanto, parece que el líder de las hormiguitas, se quedó disfrutando de la mermelada porque: no habla, no debate, no atiende y nada… de nada. Pero si estos ilustres padres de la patria están muy atentos a los asuntos burocráticos casi que de manera milimétrica, mientras Arauca se queda sin vías, sin dinero, sin representación parlamentaria y con el agua hasta el cuello.