EDITORIAL
Los araucanos no aguantamos un corte de energía más. Trasladar a los usuarios la responsabilidad de una cadena de errores administrativos y técnicos, escándalos, sobrecostos y presuntos hechos de corrupción, tienen a la empresa de energía eléctrica de Arauca, Enelar, con un futuro incierto.
Hace tan solo 10 años, se usaron recursos del Fondo de Ahorro y Estabilización Petrolera (FAEP), gestionados por el gobernador de ese entonces Federico Gallardo, para solventar los problemas económicos de la empresa. Para esa época, se desembolsaron cerca de 7 mil millones de pesos para cubrir los pasivos, pretendiendo que con estos recursos se diera un salvavidas a la empresa, que además acababa de superar la voladura de la subestación de Arauca.
No bastaron los dineros del FAEP, desde el gobierno departamental y nacional, se giraron importantes recursos para el mejoramiento y ampliación de las redes de transmisión eléctrica. Sin embargo, dichos trabajos no se han terminado, ocasionando así, las consabidas sobrecargas, que disparan los mecanismos de protección, produciendo los apagones en Arauca.
Es urgente que se prioricen los proyectos y trabajos, que le permitan a los ciudadanos contar con servicio de energía eficiente y a bajo costo. En el Contrato Plan, se asignaron 88 mil millones de pesos para proyectos eléctricos, los cuales esperamos se ejecuten a la mayor brevedad y con transparencia, lejos de la politiquería y apegados a criterios técnicos, ya que sin duda está el juego la competitividad y el futuro de los araucanos.
Los comerciantes se han visto seriamente afectados, no solo por los altos costos del servicio de energía, sino por los gastos y riesgos, que se incurren al acudir a generadores de emergencia, que en su gran mayoría, las conexiones no cumplen con las normas mínimas de seguridad. Sin lugar a dudas, son las familias araucanas las que más sufren por los apagones. Horas interminables de cortes que no cumplen con lo anunciado, deterioran los productos que deberían estar debidamente refrigerados. Electrodomésticos y equipos averiados, por las constantes variaciones de volate, golpean la aun mas economía de los araucanos.
Gran reto tiene el Gerente de Enelar, Álvaro Espinel, de quien conocemos su capacidad y conocimiento técnico, de salvar esta empresa, implementado de manera urgente las medidas que sean necesarias para buscar una solución definitiva a esta falencia técnica, sin descuidar los asuntos administrativos. En momentos en que el barco hace agua, se deben alivianar la carga, acudiendo al conceso entre directivos y sindicato, en búsqueda de una salida que beneficie los intereses de la empresa. De lo contrario, la carga, nos sumergirá en la oscuridad, la cual nadie desea.
Los entes de control tienen tarea, es su deber buscar los responsables de estos hechos que afectan seriamente el normal desarrollo de una región, de las pérdidas causadas a la empresa, producto de la falta de planeación e improvisación y la sombra latente de presuntos hechos de corrupción.