Centenares de personas despidieron ayer a Vladimir de Jesús Estremor Reverol, el vendedor informal que se ganaba la vida con un puesto de comidas rápidas en la plazoleta del parque Francisco José de Caldas, quien resultara herido con un impacto de arma de fuego en la cabeza en extrañas circunstancias la madrugada del día domingo luego de un operativo en el establecimiento comercial Rancho Club que excedió el horario de atención y quien terminara falleciendo 24 horas después de este incidente que es investigado por un fiscal especializado y dos funcionarios en balística.
Desde muy temprano partió el cortejo fúnebre de Estremor Revelol de su sitio de residencia en el barrio Cabañas del Río, pasó frente a su sitio de trabajo todas las noches en la plazoleta del parque Francisco José de Caldas y posteriormente llegó a la Catedral Santa Bárbara donde se cumplieron sus exequias.
Las naves de la Catedral Santa Bárbara se llenaron por la multitud de personas que acompañaron el féretro, otras por el contrario esperaron afuera del centro religioso y parte de la plaza Simón Bolívar, donde algunos desadactados motociclistas se atrevieron a pasearse muy campantes por este sitio, aprovechando que no había el control de las autoridades policiales.
Cerca de las 4:00 de la tarde, luego de cumplirse los actos religiosos en la catedral, salió el féretro, acompañados por familiares, amigos y la comunidad araucana que se solidarizó por esta causa, caminaron en contravía por toda la carrera 20 y frente a la Estación de Policía colocaron los carteles y el cuerpo de Vladimir Estremor, mientras unas pocas personas lanzaron palabras soeces al grupo de uniformados que con escudos, provistos de cascos rodearon la entrada principal de la entrada de la institución policial.
Por momentos la pacífica marcha estuvo a punto de salirse de control, pero siempre una persona que orientó a la multitud a hacer pacíficos y demostrarle a los uniformados que con violencia no se solucionan las cosas.
Muchas fueron las personas que a lo largo la carrera 20 acompañaron al féretro para darle el último adiós a esta persona que murió en este lamentable accidente, la que también siguieron un número importante de motociclistas que prolongaron sus pitos frente a las instalaciones de la Estación de Policía donde un poco de uniformados fueron expectantes y estuvieron atentos a la seguridad del lugar, a que las cosas no se salieran de las manos, porque hubo algunas provocaciones para conocer la reacción de los uniformados.
Lección: se perdió una vida, es muy lamentable. Se necesita que a la mayor brevedad posible se investigue a fondo este confuso hecho. Que se conozcan a los responsables y les caiga todo el peso de la ley. Que las autoridades actúen con prontitud ante tanta irregularidad que se está presentando con los establecimientos nocturnos, que infringen la ley, no cuentan con los permisos para su funcionamiento y exceden el horario de funcionamiento. Que la alcaldía de Arauca cierre de una vez por todos los sitios que se prestan para esta serie de irregularidades, porque situaciones de este tipo no se quiere que se sigan presentando en Arauca.
