Al término de una reunión entre el presidente Gustavo Petro y el equipo de negociadores del Gobierno nacional con el ELN, con miras a definir la hoja de ruta del segundo ciclo de negociaciones, el jefe de la delegación, Otty Patiño, respondió a los últimos pronunciamientos del jefe negociador de la guerrilla Antonio García, en torno a los distintos diálogos que adelanta el Gobierno alrededor de la Paz total.
“Creo que Antonio García no ha entendido la significación de lo que es la Paz total. Hay distintos tratamientos a los distintos actores, y al ELN desde el comienzo se le dio un tratamiento político, incluso a través de la conformación de la delegación misma, pues hay dos senadores, representantes de gremios y personas que vienen de distintos sectores de la sociedad. Cosa que no se ha hecho con los otros grupos”, aseguró Patiño.
El delegado y exmilitante del M19 explicó que como delegación están dispuestos a hacer las distinciones que sean necesarias, pero advirtió que “ellos también tienen el deber de mostrarle al país que su actividad es básicamente política, y que tienen una mirada de poder hacer política sin armas, esa es la prueba de fuego para ellos”.
En ese mismo sentido, advirtió que “el reconocimiento político al ELN por su origen y por su finalidad tiene que desarrollarse a lo largo mismo de la negociación (…) Si la negociación no avanza, y nosotros estamos dispuestos a poner todos los mecanismos que sean necesarios para que sea por el terreno de la política y la disminución de las hostilidades contra la población civil, si eso se estanca, entonces vamos a descubrir un ELN que no está interesado en la política sino en los negocios, lo cual sería una deserción para el mismo proceso”.
No obstante, Patiño aclaró que no tienen en mente poner algún tipo de ultimátum a la guerrilla para que demuestre esa finalidad política, sino que será durante todo el proceso. Ese fue uno de los puntos tratados con el presidente Petro.
Sobre la reunión como tal, la senadora María José Pizarro aseguró que era “necesaria, pero no de emergencia, para que la delegación pueda poner al tanto al presidente de los avances del primer ciclo, de manera directa, para poder plantear un mejor desarrollo en el siguiente ciclo de negociaciones, que es el que arrancamos el 13 de febrero”.
Los puntos centrales de este nuevo ciclo, que se adelantará en la Ciudad de México, México, serán la posibilidad de alcanzar un cese bilateral al fuego y la participación ciudadana en la construcción del acuerdo mismo. Pese a las líneas rojas marcadas por el jefe de la delegación del Gobierno, los diálogos entre las partes están en buenos términos, y hay optimismo de ambos lados por el futuro cercano de la negociación.
