La Inspectora de Policía en Arauca, María Clemencia Abril Castillo, cumpliendo con una orden de un juzgado procedió a desalojar al ciudadano Demetrio Guerrero, de 65 años de edad, habitante de un predio en el barrio Los Libertadores del municipio de Arauca, quien fue encontrado en precarias condiciones de salud, con un alto grado de desnutrición y en total abandono.
La acción generó un malestar entre los habitantes del sector, tras la diligencia judicial adelantada por la Inspectora de Policía, y apoyada como en toda diligencia por unidades de la Policía Nacional. La situación generó más inconformiso por la no presencia de los funcionarios de la Personería Municipal y la Defensoría del Pueblo.
La diligencia de desalojo se había suspendió en una primera acción por la Inspección de Policía, al carecer el ciudadano Guerrero de una garantía para poder albergarlo en el Ancianato Municipal, pero la mañana del jueves se procedió a cumplirla, ante la orden perentoria dada por el juzgado municipal de Arauca.
El Comandante de la Estación de Policía, mayor Francisco Gélvez Alemán, señaló que en coordinación con las demás autoridades se logró gestionar un cupo en el Ancianato municipal donde quedó alojado el ciudadano Demetrio Guerrero.
La unidad de gerontología de la administración local pudo establecer que el ciudadano Demetrio Guerrero presenta un avanzado estado de desnutrición, enfermo por situaciones de hambre y miseria por las condiciones en que estaba viviendo.
El oficial catalogó la acción como de “humanidad”, y de amparo a la misma propiedad de la persona que se encuentra en este proceso, al poder brindarle ahora mejores condiciones habitacional, de cuidado y alimentación, situación que apoyaron posteriormente las personas que en un comienzo se mostraron reacias al desalojo y que vieron las comodidades con las que ahora goza esta persona de la tercera edad.
En el Ancianato municipal, don Demetrio Guerrero, ahora goza de buena ropa, los cuidados de una enfermera, del médico y de una buena alimentación que le permitirá en el término de su vida gozar de mejores condiciones de salud, como se la merece toda persona de la tercera edad.
