Este lunes 24 de junio, Luciano Martín Arango, conocido como ‘Iván Márquez’ y comandante de las disidencias de la Segunda Marquetalia, reapareció en Caracas, Venezuela, marcando su primera presencia pública desde el atentado que sufrió en 2022, del cual se reportó que quedó gravemente herido.
El motivo de su aparición es el inicio de conversaciones de paz con el Gobierno del presidente Petro, buscando poner fin a un conflicto que ha perdurado por ocho años. Estas negociaciones se retoman tras la aprobación de la ‘ley de paz total’, que facilita la renegociación con aquellos grupos que abandonaron el acuerdo inicial.
La mesa de diálogo fue oficialmente instalada después de que las delegaciones, encabezadas por Armando Novoa del lado del Gobierno y Walter Mendoza representando a las disidencias, leyeron un comunicado conjunto con nueve puntos de acuerdo. Entre estos puntos se destacan la voluntad de ambas partes de buscar una salida política al conflicto armado, así como el compromiso de abstenerse de acciones que puedan socavar la confianza en el proceso de paz.
En la ceremonia de instalación, se lamentó el reciente asesinato de Elmer Guerrero, uno de los líderes disidentes de la Coordinadora Guerrillera del Pacífico, subrayando la importancia de medidas para garantizar la seguridad de todos los participantes en las negociaciones.
Los equipos negociadores fueron confirmados, con representantes como Gloria Arias y Parmenio Cuéllar por parte del Gobierno, y Yurleni Guerrero y Andrés Allende, entre otros por la Segunda Marquetalia.
Como garantes de este proceso, participarán Cuba, Noruega y Venezuela, países que han saludado la iniciativa como un paso crucial hacia la paz en Colombia.
La primera ronda de conversaciones comenzará el próximo martes 25 de junio y se extenderá hasta el día 29 del mismo mes, abordando temas clave de la agenda de negociación y estableciendo protocolos para el desescalamiento del conflicto.
Con esta apertura oficial, se espera que las negociaciones avancen hacia un acuerdo que satisfaga las expectativas de ambas partes y contribuya a la estabilidad y reconciliación en Colombia.