La Contraloría General de la República sigue desplegando una verdadera cacería de elefantes blancos, obras inconclusas y proyectos críticos en todo el país, llegando a identificar, hasta la fecha, 1.300 obras abandonadas o sin avance en todo el país, que suman más de $20 billones de pesos en inversiones.
“Hemos utilizado dos armas que nos han resultado efectivas para tener en la mira esta clase de proyectos: la tecnología, que nos permite georeferenciarlos, por parte de la y el control social, que nos brinda la posibilidad de rescatarlos, por medio del Programa “Compromiso Colombia” y con el apoyo de la Delegada de Participación Ciudadana y las Gerencias Departamentales, destacó el Contralor Carlos Felipe Córdoba.
Los sectores más golpeados por estos proyectos abandonados, que se convierten en mamuts y que se están referenciando con tecnología de punta, son los de agua potable y saneamiento básico; educación, transporte, vivienda, deporte y recreación y salud y protección social.
Alertas y acompañamiento para evitar más elefantes blancos Desde su llegada a la Contraloría, el Contralor Carlos Felipe Córdoba se propuso liderar una verdadera cacería de los elefantes blancos que existen en el país, y fue así como impulsó un proyecto para consolidar el inventario completo de este tipo de obras, buscando al mismo tiempo incentivar el control social.
El proyectó arrancó con las tecnologías con las que contaba la Contraloría General en ese momento, registrando de manera manual la información. Pero luego, con el nacimiento de la DIARI, y los procesos tecnológicos que se han desarrollado, se creó un modelo de recolección de datos con todas las gerencias departamentales de la CGR.
Dicho modelo permite no solo organizar de mejor manera todos los datos referentes a los elefantes blancos, obras inconclusas y proyectos críticos que hay en el país, sino también georeferenciar cada una de las infraestructuras y tener vistas de mapas satelitales de las mismas. Toda la información recopilada, ha servido para generar diferentes alertas a las entidades que tienen competencia.
En el camino, se determinó que era necesario ampliar el espectro de búsqueda, pues si bien comenzaron a aparecer elefantes blancos, igual se encontraron obras inconclusas y proyectos críticos, que presentan varias dificultades, reflejadas en múltiples prorrogas, suspensiones y adiciones, y donde, aunque sus plazos no han finalizado, en cualquier momento se pueden convertir en elefantes blancos.