Tal y como se había anunciado hace unas semanas, el presidente Gustavo Petro radicó la reforma Tributaria, que gravaría el consumo de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados.
Así quedó estipulado en el documento preliminar, que estipula los nuevos impuestos saludables y ambientales, en los que se incluirían gravámenes a plásticos de un solo uso y se ajustaría el impuesto al carbono.
En cuánto al impuesto a bebidas azucaraadas, la reforma incluye tanto a gaseosas como a refrescos con dicho insumo.
La tarifa sería definida por el contenido de azúcar en gramos por cada 100 mililitros de bebida: si es mayor o igual a 4 gramos y menor a 8 el pago sería de $18 y si es mayor o igual a 8 gramos será de $35.
Así las cosas, una gaseosa tamaño familiar 1.5 litros que contiene 18 gramos de azúcar, el costo que podría incrementar oscilaría entre los $2.500, es decir su precio final quedaría entre los $6.000 aproximadamente.
Cabe recordar que habría que esperar a que las empresas de bebidas se manifiesten frente al incremento de cada uno de sus productos.