Los uniformados fueron secuestrados inicialmente por comunidades en La Macarena, Meta, luego de 30 horas, fueron movidos unos 7 kilómetros, y entregados a un sacerdote de la Iglesia Católica.
No obstante, estando en el punto a la espera de que los dos uniformados fueron rescatados por miembros de la MAPP/OEA, la comunidad volvió a secuestrar a los soldados.
Están solicitando la intervención urgente de la Mesa de Diálogo entre el Gobierno Nacional, las disidencias de alias Calarcá y las comunidades.
De acuerdo con un comunicado firmado por las juntas y dirigido a las delegaciones de diálogo, la acción se produjo luego de la captura de Liceth Daza Hoyos, quien se encontraba en la finca Villa Valentina, lugar donde se adelantaba la operación.
Las comunidades señalaron que Daza Hoyos fue retenida a pesar de no ser propietaria del predio ni tener relación con los hechos que motivaron la intervención militar.
En respuesta, los habitantes decidieron detener a dos militares como “garantía” para exigir la presencia de las partes en negociación.
Según el documento, la comunidad subraya que Daza Hoyos es madre cabeza de hogar y tiene bajo su cuidado tres menores de edad, por lo que se encuentra en una situación de especial vulnerabilidad.
Las Juntas de Acción Comunal hicieron dos solicitudes principales:
• La presencia inmediata de representantes del Gobierno, las disidencias de ‘Calarcá’, y las comunidades para mediar en la situación.
• Que Liceth Daza Hoyos participe en cualquier proceso de negociación relacionado con la liberación de los soldados, garantizando un diálogo “justo y transparente”.

