El senador republicano Rick Scottt afirmó que “si fuera Maduro, saldría para China o Rusia ahora mismo”, argumentó que “sus días están contados”, sin embargo, descartó la posibilidad de una inversión de Estados Unidos en Venezuela.
“Sus días están contados. Algo va a pasar. Ya sea interno o externo, creo que algo va a pasar”, dijo Scott, agregó que “no creo” que haya una invasión “o sea, si lo hacemos, me sorprendería”.
Scott aseguró que “Estados Unidos cuidará del hemisferio sur. Y nos aseguraremos de que haya libertad y democracia”, dijo durante una entrevista en 60 Minutes.
El senador Scott, no es el único legislador republicano que ha verbalizado el deseo del presidente Donald Trump para proceder con ataques en tierra, en Venezuela. En las últimas horas, el senador Lindsey Graham, fue el primer congresista en plantear públicamente la posibilidad de ataques en territorio colombiano.
El senador Lindsey Graham dijo al medio CBS, que en las últimas horas sostuvo una llamada con el presidente Donald Trump, quien se encuentra de gira por Asia. Afirmó que, a su regreso, Trump informará al Congreso sobre los bombardeos en el Caribe y el Pacífico contra presuntas embarcaciones narcotraficantes, y que también discutirá “un plan para expandir las operaciones desde acciones en aguas internacionales hasta operativos en tierra en Venezuela y Colombia”.
Graham aseguró que “Venezuela y Colombia han sido refugios para el narcotráfico durante demasiado tiempo”, dijo Graham, agregó que “el presidente Trump me dijo ayer que planea informar a los miembros del Congreso, a su regreso de Asia, sobre posibles operaciones militares futuras contra Venezuela y Colombia”.
Estas declaraciones se conocen en momentos, cuando se dirige hacia el Caribe, el portaaviones más poderoso del mundo, el USS Gerald Ford, capaz de lanzar 75 aviones de combate, es una base aérea flotante. Al tiempo que se reportó que el USS Gravely, un destructor de misiles guiados, uno de los buques de guerra estadounidenses desplegados desde principio de septiembre en el Caribe atracó en las costas de Trinidad y Tobago, a pocos kilómetros de Venezuela, para realizar una serie de ejercicios militares en la zona.
Ante estas señales de escalada, el presidente Gustavo Petro respondió advirtiendo que Estados Unidos no debe intentar una agresión. Recordando su pasado como miembro del M-19, Petro afirmó que, en caso de ataque, “el pueblo iría a las montañas en armas”.

