La Administración para el Control de Drogas (DEA) de los Estados Unidos brindó apoyo en la investigación que permitió afectar el componente financiero del ELN en el oriente del país.
De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, la organización estaría involucrada en actividades de lavado de activos por más de 885.000 millones de pesos, a través de una red de presuntos testaferros y empresas fachada.
Las autoridades señalaron que esta operación representa uno de los golpes más importantes contra las finanzas del grupo armado ilegal, con incidencia en varios departamentos de la región.

