La justicia francesa condenó a hasta cinco años de prisión a 10 personas por facilitar documentos falsos a migrantes de Colombia para que trabajaran en haciendas agrícolas del suroeste de Francia.
Las autoridades desmantelaron esta red a mediados de 2024, con colaboración de autoridades colombianas y la Interpol, y hoy se condenan a diez personas de Colombia, Ecuador y Venezuela.
La cabeza de la red, una ecuatoriana de 53 años, recibió la mayor pena: cinco años de prisión y 15.000 euros de multa , así como la prohibición de entrar en territorio francés. Para el resto de miembros de la red condenados, las penas quedaron entre uno y cuatro años de prisión.
Los inmigrantes debían pagar un “derecho de acceso” al trabajo de mil euros, además de costear su alojamiento en condiciones precarias, la apertura de una línea telefónica y una cuenta bancaria, todo ello en beneficio de los traficantes.
La acusación calificó este sistema como “tráfico de migrantes de bajo costo”, pero no encontraron elementos para procesar a las personas que emplearon a los migrantes en esas granjas.