Colombia atraviesa una situación crítica en materia energética, ya que ha perdido su autosuficiencia en gas natural, una fuente clave para satisfacer la demanda interna. Así lo señaló el presidente de PROMIGAS, Juan Manuel Rojas, quien advirtió que el país se verá obligado a continuar importando gas para cubrir el consumo propio, una dependencia que podría agudizarse en los próximos años.
Rojas explicó que a partir de 2026 el panorama energético comenzará a tornarse más complejo debido a la disminución en la producción nacional de gas. Sin embargo, los años más desafiantes se prevén para 2029 y 2030, cuando la necesidad de importar gas podría situarse entre 270 millones y 400 millones de pies cúbicos diarios. Esta cifra equivaldría a cerca del 40% del consumo total del país, lo que representa un aumento significativo en la dependencia de fuentes externas.
La consecuencia directa de esta situación será un impacto considerable en las tarifas para los consumidores colombianos. Según el presidente de PROMIGAS, los costos podrían incrementar entre un 32% y un 40%, lo que afectará tanto a hogares como a industrias que dependen del gas natural.
Ante esta realidad, Juan Manuel Rojas hizo un llamado urgente para que el país retome la exploración de hidrocarburos y se avance con mayor rapidez en los proyectos piloto relacionados con yacimientos no convencionales. Estas iniciativas son vistas como fundamentales para diversificar las fuentes de suministro y garantizar la seguridad energética a largo plazo. La exploración y desarrollo de estos recursos permitirían mitigar la dependencia que actualmente tiene Colombia del gas importado y potencialmente estabilizar los precios.