En el marco de la crisis migratoria, niños, niñas y adolescentes enfrentan múltiples riesgos que afectan su seguridad y bienestar, como la discriminación, explotación laboral, abuso sexual y falta de acceso a servicios esenciales.
En respuesta a esta problemática, el Equipo Móvil de Respuesta y Atención a Migrantes (ERAM) del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en articulación con la Policía de Infancia y Adolescencia, ha adelantado 22 acciones de caracterización en el municipio de Arauca, identificando a 40 menores en riesgo.
Cifras preocupantes
Según datos de Migración Colombia, en 2024 el departamento de Arauca albergó a 25.093 niños, niñas y adolescentes migrantes venezolanos, de los cuales 14.648 se encuentran en la capital departamental, mientras que el resto se distribuye en Arauquita, Tame, Fortul y Cravo Norte.
En el proceso de intervención más reciente, se identificaron seis casos críticos, que incluyen:
- Tres niños en situación de niñez separada (sin la compañía de sus familias).
- Un menor no acompañado.
- Un caso con dificultades de acceso a salud.
- Un niño con problemas para acceder a educación.
Ante estos hallazgos, el ICBF activó las rutas de protección para garantizar el restablecimiento de sus derechos.
Compromiso interinstitucional
La directora encargada de la Regional Arauca, Massiel Lora Salas, destacó el trabajo articulado con instituciones y organismos internacionales para ubicar a menores en puntos neurálgicos del municipio y actuar rápidamente en la restitución de sus derechos.
«Gracias a estas acciones, hemos logrado la reunificación familiar, el restablecimiento de derechos y, en algunos casos, el retorno seguro a su lugar de origen», afirmó la funcionaria.
De esta manera, el ICBF ratifica su compromiso con la niñez migrante, eliminando barreras en el acceso a la oferta institucional y adaptando sus estrategias a las necesidades específicas de esta población vulnerable.