Con el fin de fortalecer el talento humano y la acuicultura en Arauca a través del conocimiento técnico y las prácticas de innovación, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y Fedeacua abrieron el Diplomado en Acuicultura, en el que participaron 76 piscicultores locales que culminaron con éxito sus estudios y que aportarán a la consolidación de este sector productivo en el departamento.
El Diplomado forma parte del proyecto Arauca Acuícola I+D, financiado por el Sistema General de Regalías, y es liderado por docentes y profesionales de la UNAL, en alianza con la Federación Colombiana de Acuicultores (Fedeacua), con el que se han beneficiado más de 300 personas de la región.
Esta iniciativa se desarrolla desde hace más de 2 años y aborda desde la producción de peces hasta la orientación para la formalización de los piscicultores y su educación en sostenibilidad y buenas prácticas acuícolas, que incluye bienestar animal, manejo responsable del recurso hídrico y economía circular, con el aprovechamiento de los residuos como las vísceras de pescado y desechos agrícolas.
La ceremonia de clausura del Diplomado en Acuicultura y la presentación de resultados finales se realizó el 4 de septiembre en la UNAL Sede Orinoquia, en la que se entregó la certificación a los estudiantes. Además se entregaron 90 menciones de participación en las jornadas de apropiación del conocimiento a los pequeños productores vinculados a la cadena acuícola, de los municipios de Arauca, Saravena, Fortul, Arauquita y Tame. Entre los graduados se encontraban estudiantes, profesionales y trabajadores vinculados al área piscícola de la Granja Experimental El Cairo de la UNAL Sede Orinoquia.
“Este día es muy importante para nosotros porque estamos mostrando los resultados de 2 años de trabajo, con la participación activa de los piscicultores tanto en el Diplomado como en el proyecto; en total se han beneficiado más de 300 personas alrededor de la acuicultura”, afirma Andrea Carolina Piza Jerez, coordinadora técnica de Fedeacua.
El Diplomado se diseñó con un enfoque práctico y asequible, atendiendo a las necesidades de los piscicultores, quienes a menudo enfrentan limitaciones tecnológicas y de conectividad. Debido a las condiciones de movilidad, este se impartió bajo una modalidad híbrida que combinó talleres presenciales, sesiones virtuales sincrónicas y cápsulas informativas enviadas mediante una plataforma digital al WhatsApp de los estudiantes, con 136 horas de duración.
“A pesar de las dificultades de conectividad y distancia, logramos desarrollar una metodología que les permitió a los piscicultores formarse de manera eficiente. Utilizamos sesiones virtuales y cápsulas de video que les llegaban directamente a sus celulares, y así superamos las barreras tecnológicas».
Destacando la efectividad de dicha tecnología, la docente de la UNAL Adriana Patricia Muñoz Ramírez, directora del proyecto Arauca Acuícola I+D y experta en Acuicultura, explica que “cada semana los piscicultores recibían videos cortos y sencillos sobre temas específicos que podían ver desde sus celulares. Esto les permitió seguir el Diplomado sin necesidad de desplazarse continuamente a un salón de clases. Además complementamos este aprendizaje con talleres presenciales en fincas locales y en la UNAL”.
La experiencia deja valiosos aprendizajes sobre cómo se puede llegar a los productores, independientemente de su formación o ubicación.
El valor del conocimiento técnico y la sostenibilidad ambiental
Los contenidos del Diplomado abarcaron 4 áreas esenciales para aplicar prácticas acuícolas efectivas y sostenibles: responsabilidad ambiental, formulación de dietas para los peces con recursos locales, buenas prácticas de producción, y bienestar animal.
“Antes del Diplomado no teníamos un control riguroso sobre el agua. Ahora sé que la calidad del agua es clave para el bienestar de los peces, y que si el oxígeno o la temperatura no son los adecuados se pueden enfermar. Esto nos ayuda a actuar antes de que sea tarde y asegurar una producción de mejor calidad”, afirma Marlon Yesid Mosquera, piscicultor de la vereda Banadía en Saravena.
Además del enfoque técnico, el Diplomado buscó mejorar la competitividad de los piscicultores en el mercado nacional. “La capacitación nos ha mostrado que no estamos solos, que contamos con el respaldo de la UNAL y Fedeacua para mejorar nuestras producciones. Ahora estamos más organizados, y con el tiempo podremos llevar nuestros productos a otros departamentos”, añade el graduado Mosquera, quien ha estado dedicado a la piscicultura por más de 15 años.
Por su parte la profesora Muñoz explicó que la idea del proyecto no solo era formar a los piscicultores, sino también documentar la experiencia para futuras generaciones: “estamos en el proceso de escritura de un libro que recogerá todos los aprendizajes del proyecto y del Diplomado, incluyendo relatos de los mismos piscicultores. No será un documento estrictamente académico, sino una guía práctica basada en la experiencia real; queremos que sea útil tanto para los piscicultores como para otros investigadores interesados en la apropiación social del conocimiento”.