Un análisis del editor y analista de Bloomberg, Matthew Bristow, realizó un crudo relato de la situación que viven las empresas de la industria petrolera en esta región del país, en su artículo titulado “La fuerza guerrillera más antigua del mundo revive la guerra contra las compañías petroleras (World’s Oldest Guerrilla Force Revives War on Oil Companies), donde se describe la forma como son presionadas y extorsionadas, asegurando que no es posible evitar hacer trato con ellos.
El recocido periodista señaló que, de finales de agosto al seis de septiembre de 2024, se había reportado 19 ataques contra los Oleoductos: Caño Limón – Coveñas y Bicentenario. Así mismo, dijo que: “los últimos ataques muestran que el ELN todavía tiene en la mira a la industria petrolera y no está ni cerca de terminar su guerra”.
Señaló igualmente, que mientras esto sucede, continúan operando una sofisticada red de extorsión a las empresas que hacen presencia en la región, a tal punto que según, Carlos Velandia, excomandante de ese grupo armado ilegal, es más fácil mantenerse fuera del radar de las autoridades estadounidenses que de las extorsiones de ELN, se dice en Bloomberg.
La extorsión impidió que se contratara la segunda línea de interconexión para Arauca
Matthew Bristow, en su artículo dejó al descubierto lo que sucedió con la compañía eléctrica, Grupo Energía Bogotá SA, el cuarto más valioso de la bolsa de valores de Colombia, quienes conocieron de cerca la red de extorsión del ELN, cuando estudiaron la construcción de una línea eléctrica para conectar a Arauca con la red nacional.
Esta situación se refleja en que Arauca, sea uno de los lugares más caros de Colombia para hacer negocios. “Cuando vimos cuánto costaría conseguir que la gente construyera las torres, para transportar los materiales, todo el mundo comenzó a cobrar un 45% más” que en las regiones pacificas del país, según lo manifestado por Juan Ricardo Ortega López, director ejecutivo de esa compañía.
Pagar dinero a un grupo armado podría traer cargos con la justicia estadounidense por financiar el terrorismo. “no es posible evitar hacer tratos con ellos (ELN), pero no necesariamente debe implicar la entregar de dinero en efectivo, dijo el excomandante de ese grupo, Carlos Velandia.
El Editor y analista de Bloomberg, Matthew Bristow concluye diciendo: “un método preferido es que las “organizaciones sociales” simpatizantes con algunos objetivos del ELN, para organizar huelgas, para presionar a una empresa para que pague por proyectos como pavimentar una carretera o construir un hospital”. Aun así, las empresas encuentran que es más barato pagar y correr el riesgo de sanciones estadounidenses, que rechazar las demandas de los guerrilleros, lo que efectivamente significa, no poder operar en absoluto.