Cada 02 de julio, se recuerda y conmemora la Operación Jaque, una estrategia militar que resultó en la liberación de 15 personas secuestradas por las extinta guerrilla de las FARC, y que se llevó a cabo con solo inteligencia militar, pues no hubo ni un solo disparo.
En Caracol Radio, entrevistamos a María, (cuyo nombre se ha cambiado por seguridad), la persona encargada de suplantar a la operadora del ‘Mono Jojoy’, y quien nos ha compartido en exclusiva como fue esa labor de inteligencia que empezó el 01 de mayo de 2008.
“Me metí en la frecuencia del Mono Jojoy, suplantando a la operadora original”, explicó María. “Esto implicó sacar a la operadora a otra frecuencia mientras yo tomaba su lugar, comunicándome con los frentes de las FARC y coordinando operaciones mediante mensajes cifrados.”
María subrayó la complejidad y el riesgo involucrado en la operación, que comenzó mucho antes del 2 de julio, fecha del rescate. “Empezamos a trabajar desde mayo, desplazándonos al monte para simular las condiciones de las operadoras reales. Necesitábamos que las comunicaciones fueran creíbles para evitar sospechas”, añadió.
Durante todo este tiempo, María tuvo que dejar a su familia, pues salía muy temprano en la mañana y salía tarde en la noche, su único día de descanso durante la operación fue el día de la madre.
La militar retirada destacó la importancia de la inteligencia técnica y humana en el éxito de la misión. “Transformábamos mensajes y dábamos órdenes cruciales de manera encubierta. Cada paso era calculado para evitar ser descubiertos”, aseguró. Con eso, lograban que los hombres a cargo del Mono Jojoy, y quienes tenían a los 15 secuestrados, hicieran cosas que la gente de inteligencia de la Operación Jaque, necesitaban que hicieran.
Además, María compartió anécdotas del momento crítico antes del rescate, donde cualquier error podría haber arruinado la operación. “Nos comunicábamos por señas para evitar ser interceptados”, recordó. “Fue un momento tenso, pero gracias a Dios, logramos ejecutar la operación sin incidentes”.
La entrevista reveló la dedicación y el valor de María y su equipo, quienes no solo arriesgaron sus vidas sino que también aseguraron un éxito sin precedentes en la lucha contra el terrorismo en Colombia.
Ahora, también hablamos en entrevista exclusiva, con el sargento William, quien durante años, había realizado un meticuloso seguimiento a estructuras clave del bloque oriental de las FARC, entre ellas los grupos liderados por los cabecillas alias César y alias Gentil Duarte, que mantenían en su poder a los secuestrados como Ingrid Betancourt y ciudadanos estadounidenses.
“La operación se desarrolló bajo condiciones extremadamente tensas”, relató el Sargento. “Inicialmente, nuestras tropas fueron descubiertas por las milicias, lo que complicó la situación al dividir a los secuestrados en varios grupos.”
William detalló cómo se gestó la Operación Huella, un elaborado engaño diseñado para confundir al primer frente de las FARC y al estado mayor del bloque oriental. “Fue crucial mantener la calma y ejecutar el plan con precisión”, subrayó.
El día del rescate, el uniformado recordó la incertidumbre y el suspense mientras las condiciones atmosféricas amenazaban con retrasar la operación. “Fue un momento de espera angustiosa”, compartió. “Pero finalmente, las condiciones mejoraron y logramos acceder a los secuestrados sin incidentes.”
La operación culminó con un aterrizaje exitoso en San José de Guaviare, donde todos los secuestrados fueron liberados sin un solo disparo realizado. “Fue un alivio y un orgullo ver cómo todo salía según lo planeado”, dijo emocionado Garzón. “Ver el reconocimiento de los colombianos hacia nuestro trabajo fue realmente gratificante.”
