Solamente contusiones leves que no ameritaron su reclusión en el Hospital San Francisco de Fortul sufrieron dos aborígenes de la Comunidad Laguna Tranquila de Tame al detonar ayer una mina antipersona cuando transitaban por la vereda que lleva el mismo nombre.
Los nativos afectados fueron identificados como Olivo Tegría y Wilson Carreño, quienes fueron trasladados al centro asistencial para someterse a un proceso de valoración.
El parte médico emitido por el doctor Jorge Enrique Páez establece que los indígenas solamente sufrieron el impacto de la onda explosiva que no les afectó órganos ni les generó laceraciones en sus humanidades.
Justamente ayer en Noticias Caracol el presidente de Ascatidar, Ismael Umcacías había manifestado su preocupación por la situación de las comunidades frente a la siembra de este tipo de artefactos, que ha dejado saldos negativos en comunidades de los siete municipios.
