Una sencilla proposición del diputado Older Cáceres frente al hecho de Arauquita del viernes pasado que dejó como saldo la muerte de la concejal Alejandrina Rincón Méndez rechazando la acción de los criminales levantó un polvorín al interior de la Duma que prendió las alarmas frente a la seguridad de los diputados.
Mientras unos exigían a la fuerza pública una acción más efectiva en la protección de los funcionarios públicos, otros reclamaban la intervención del programa de protección del Ministerio del Interior y los demás pidieron al gobierno departamental mayor cooperación, pues hasta ayer hubo servicio de escoltas.
Los ocho diputados que asistieron ayer a la plenaria y que se mostraron interesados en el tema de su seguridad avanzaron en el desarrollo de la discusión, pero no a todos les asistió la misma dolencia, porque desertaron en el transcurso de la tarde Pedro Orjuela, Juan Pablo Estrada y Juan Carlos Moreno.
Ayer no asistieron a la plenaria José Alí Domínguez, Omar Salcedo y Gregorio Colmenares. A cambio reaparecieron este período ordinario Joaquín Marchena y Older Cáceres.
La presencia del secretario de gobierno, Juan Carlos Jaimes, responsable de los programas de seguridad ciudadana no fue la panacea para los diputados, aunque recibieron algunas aclaraciones y la promesa que su seguridad se mantendría intacta, por lo menos en el recinto de sesiones.
