El alto grado de desnutrición, el abandono y la falta de cuidados de los padres, motivó la muerte de una menor indígena de 9 meses de nacida de la comunidad nativa del Vigía del municipio de Arauquita que actualmente trabajan como recicladores en el basurero municipal de Arauca expuestos a un sinnúmero de enfermedades.
Dos menores más que presentan deshidratación son atendidos en el Hospital San Vicente de Paúl de Paúl, mientras que otros dos permanecen en custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, a través de una madre sustituta.
La antropóloga, Doris Herrera Monsalve, del Centro Zonal de ICBF en Arauca en diálogo con Noticias Caracol lamentó lo sucedido, a la vez que manifestó la importancia que le han brindado las autoridades en la capital araucana para atender a esta población que goza de muchas prioridades.
Ratificó que sólo la terquedad de los aborígenes los ha conllevado a estas precarias condiciones de mendicidad en las calles araucanas por la búsqueda de placer en el alcohol, que los alejas cada día más de sus costumbres y tradiciones, como el abandono de sus territorios.
Antepuso como antecedente esta funcionaria que apoya la atención de esta población del Bienestar Familiar que en meses anteriores los menores permanecieron durante largos meses en custodia de la institución y se les ha venido haciendo seguimiento, pero que ante todo se anteponen los intereses de los padres y de los mimos gobernadores indígenas que concretan la permanencia en los centros del Estado que respeta la autoridad y la autonomía de los indígenas.
Dijo además que están a la espera de la certificación para que los menores en custodia puedan continuar en los hogares sustitutos de bienestar hasta donde se determine y puedan garantizárseles los derechos a los menores.
