Primeros efectos negativos sobre la economía araucana comenzaron a sentirse ayer dentro de la crisis con Venezuela al determinar el Seniat en San Antonio del Táchira restringir el paso de cavas de transporte de carga interfronterizo con destino a esta ciudad.
Las cavas que prestan este servicio son de matrícula venezolana y conducidas por venezolanos.
La delicada situación de las relaciones entre las dos naciones salpica en la aplicación de las primeras medidas a la zona fronteriza y genera tensa expectativa en el comercio binacional por otras decisiones que afectarían las relaciones comerciales.
En esta ciudad los transportadores de carga que utilizan camiones venezolanos sintieron ayer el primer impacto de las restricciones y se teme que la industria de la construcción pueda sentir el primer desabastecimiento en cemento, cabilla y bloque cocido.
Los gremios como Cámara de Comercio analizan con prudencia la situación y buscarán salidas racionales a la situación como permisos ante la DIAN para el tránsito de las cavas por la carretera de la soberanía Cúcuta-Pamplona-Saravena-Arauca.
