La parálisis de todo tipo de actividades en la población fronteriza altoapureña de La Victoria entró este miércoles en su tercer día sin que se vislumbre un pronunciamiento por parte de la estatal petrolera PDVSA.
Los promotores de la protesta en medio de las presiones que ejercen en busca de llamar la atención de que se les den soluciones a los problemas de reparación de la malla vial decidieron tomarse las instalaciones de las bodegas y oficinas de la petrolera ubicadas en jurisdicción de La Victoria.
Se comunicó desde Arauquita que esta parálisis que impide el tránsito de vehículos y embarcaciones, no perjudica a los estudiantes porque allí existe el calendario B y los que estudian en Arauquita, unos 25 jóvenes, se desplazan a riesgo propio en una vetusta embarcación.
