Un estricto y riguroso control político al alcalde William Alfonso Reyes y a su gabinete anunció ayer el sector mayoritario del Concejo municipal en el inicio de primer período ordinario de sesiones.
Los nueve concejales del denominado G-9 que ayer enfilaron baterías contra los manejos financieros del burgomaestre incluyeron dentro de sus acciones de febrero la posibilidad de aplicar la moción de censura a algunos funcionarios de la Administración Municipal.
Los concejales de las mayorías en cabeza de Fabio Camilo Pérez se mostraron indignados ayer luego de la intervención del nuevo presidente de la Corporación, Charles Andner Maldonado cuando el secretario de gobierno Henry Colmenares, la secretaria de Educación, Sandra Teresa Herrera y el secretario de Hacienda, Andrides Córdoba, abandonaron el recinto de sesiones.
"Esto es una falta de respeto", manifestó Pérez Qüenza al protestar por el desaire de los diputados. "Ellos no estaban para hablar en el orden del día, pero nosotros les íbamos a dar el uso de la palabra", añadió en su intervención el aliado de la bancada de Cambio Radical.
Las mayorías también deploraron el retiro del recinto de sesiones de los concejales Moreno Luna, Liliana Ledesma y Mónica Pinilla.
Por las minorías hizo uso de la palabra Nasser Antonio Cruz, quien en un lenguaje moderado invitó a citar a los funcionarios utilizando un cuestionario específico, sin especulaciones que conlleven al chisme y actuar dentro del marco legal.
Frente a la posición del G-9 el alcalde William Alfonso Reyes dijo a Noticias Caracol que está listo a responder los cuestionarios y cuestionamientos que se le hagan en los próximos días, acotando que no tiene nada que esconder y si ofrecer las aclaraciones que satisfagan las expectativas de los concejales.
En cuanto al control político que le anunciaron los concejales, Reyes subrayó que ellos son autónomos para adelantar los debates que correspondan.
