La iglesia universal y diocesana en Arauca iniciaron este miércoles con la imposicón de la ceniza el tiempo de preparación con la que la iglesia católica celebrará la Semana Santa, prevista entre el 6 y 12 de abril próximo.
El máximo jerarca en Arauca, monseñor Carlos Germán Mesa Ruiz impartió la bendición desde el Palacio Episcopal de la Catedral Santa Bárbara de Arauca, indicando que esta fecha es muy significativa para las personas que quieran acercarse a Dios, donde se recuerda los 40 días y más donde Jesús estuvo en el desierto ayunando y preparándose para su vida pública. De este capítulo se desprende este tiempo especial en que la liturgia de la palabra, la iglesia lo concentra en limosna, ayuno y penitencia como un tiempo de reflexión y de fe.
Por su parte, el Vicario General de la Diócesis de Arauca, padre José María Bolívar Monroy sintetizó que con el lema: limosna, ayuna y oración, camino de conversión son el soporte más importante para alcanzar la meta que Dios no ha fijado en una conversión personal y comunitaria de amor al prójimo.
Según el clérigo, en este tiempo de cuaresma todos los católicos estamos invitados a orar profundamente, porque en estos tiempos difíciles, la iglesia y nuestro mundo necesitan hombres y mujeres de oración, y nos llama a purificar nuestro cuerpo y memoria para ganar la indulgencia plenaria en este año jubilar en que la Diócesis de Arauca conmemora los 25 años, cuya próxima celebración será de la vigilia pascual.
por su parte, el padre Deisson Ramiro Mariño Gómez, Secretario Diocesano de Pastoral Social – Cáritas Arauca indicó que en esta misma fecha, la iglesia católica en Colombia realiza en Cuaresma la "Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes, es una colecta nacional que se viene realizando desde el año 1982 bajo la orientación del Secretariado Nacional de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal, la cual finalizará el día 12 de abril, domingo de resurrección.
La iniciativa busca despertar una mayor conciencia solidaria entre las personas, de manera que se preste mayor atención a las familias que enfrentan diariamente situaciones de pobreza y marginación a causa del conflicto armado o los desastres naturales.
A su vez, convocar a la comunidad de la Diócesis de Arauca en sus 25 años a vivir la solidaridad desde el aporte económico para el mejoramiento de las condiciones de vida de las familias pobres del departamento de Arauca.