Sensiblemente disminuidas se vieron las ventas en los establecimientos comerciales de la vecina población de El Amparo a raíz de las severas restricciones impuestas por las autoridades del vecino país que buscan proteger los productos subsidiados para los venezolanos.
Los comerciantes ampareños alegaron ayer y el sábado pasado que el fuerte de su clientela la representa la comunidad araucana que aprovecha los fines de semana para ir de compras a su población teniendo en cuenta el cambio de la moneda y otras ventajas que ofrece comprar al otro lado de la frontera.
Desde el jueves de la semana pasada, las autoridades venezolana arreciaron los controles en la orilla del río para impedir el paso de productos subsidiados a la frontera colombiana, lo que hizo que las ventas en El Amparo fueran nulas el pasado fin de semana.
En la capital araucana, de otro lado, escaseó el cemento nacional a raíz del paro camionero y tampoco hubo cemento venezolano en la ciudad debido a los controles de las autoridades del vecino país que impidieron el paso de todo tipo de mercancías a la capital araucana.