La Procuraduría General de la Nación inició una investigación para determinar si el Ministro de Transporte, Guillermo Francisco Reyes, habría incurrido en la violación del Código Disciplinario Único, que les prohíbe a los funcionarios públicos “solicitar, directa o indirectamente, dádivas, agasajos, regalos, favores o cualquier otra clase de beneficios”.
Lo que busca el Ministerio Público es comprobar la veracidad de las denuncias reveladas por el diario “La Silla Vacía”, que encontró que el ministro Reyes, habría usado en al menos 7 ocasiones el avión privado del contratista Pedro Contecha, dueño de la empresa Ingeniería de Vías favorecida con un contrato de al menos $ 60.000 millones, otorgados por el Instituto Nacional de Vías (Invías), para atender la emergencia vial en el Cauca, por un derrumbe en la Vía Panamericana.
El ente de control también pretende esclarecer otras presuntas irregularidades en dicho contrato, como la extraña cercanía entre el ministro Reyes, el contratista Contecha y el director del Invías, Juan Alfonso Latorre.
Asimismo, Carolina Barbanti subdirectora de gestión de riesgos del Invías, advirtió acerca de posible sobrecostos, pues, para ella, las obras encargadas se pueden ejecutar con la mitad del dinero que el Invías le otorgó al contratista.
Lo cierto es que, si estos hechos llegan a comprobarse y se encuentra responsable de la violación de esta norma al Ministro de Transporte, Guillermo Reyes, el mismo podría ser sancionado hasta con la destitución de su cargo.