A las 11:00 de la de la mañana del jueves se cumplió en la Catedral Santa Bárbara de Arauca la Misa Crismal, que reunió a monseñor Jaime Muñoz Pedroza, 47 sacerdotes, religiosas, seminaristas y la feligresía de la Diócesis del departamento de Arauca.
El máximo jerarca de la iglesia católica en este parte del país, monseñor Jaime Muñoz Pedroza, invitó a la comunidad araucana, las autoridades a unirse en esta oración donde fueron renovadas las promesas sacerdotales de los servidores del clero diocesano en el departamento.
“Acompañemos a cada una de las comunidades, a su respectivos sacerdotes para orar por ellos y pedirle a Dios que los mantenga fieles, que sigan siendo santos sacerdotes y vivir esa experiencia de la unidad Diocesana en torno al obispo en la consagración del Santo Crisma y los santos óleos, de tal manera, que se convierta en la expresión de la comunión diocesana dentro del marco de la Semana Mayor”, fue la invitación que hizo el obispo de la Diócesis de Arauca, monseñor Jaime Muñoz Pedroza.
La Misa Crismal, concentra la renovación de las promesas sacerdotales, la consagración del Santo Crisma que se utilizará para la celebración de las confirmaciones, el sacramento del bautismo, las ordenaciones sacerdotales y la unción de los enfermos, aceite que reciben el sentido del Espíritu para consagrar a las personas, que se convierten en sentido de unidad y pertenencia a la iglesia.
Ante estos tiempos difíciles que ha vivido el país y los araucanos, y anteponiéndose a la Semana Santa, monseñor Jaime Muñoz Pedroza, invitó a los habitantes de este rincón de la patria, a los creyentes e inclusive a los incrédulos que en estos días de la Semana Mayor se convierten en vacaciones los exhortó a que piense en el departamento que queremos, y de cómo se quiere vivir y estar.
“Que este tiempo sea de reflexión para todos, porque el problema no es de algunos araucanos, sino de todos. Toca buscar caminos para solucionar los problemas que tiene Arauca, cómo encontrar unos caminos para que esas soluciones no sean por el camino de la violencia, sino por caminos más humanos, caminos que nos lleven a la fraternidad y al encuentro con todos”, puntualizó señalando monseñor Jaime Muñoz Pedroza.
