—¿Un complot contra Acosta Bernal?.
—Justicia investiga supuesto montaje contra el exgobernador de Arauca para vincularlo a un asesinato.
En este momento, Acosta Bernal, afronta otros procesos por sus presuntos vínculos con los ‘paras’.
El exgobernador de Arauca Julio Enrique Acosta Bernal empezó el 2013 con una preocupación menos. Un capítulo de su expediente judicial se cerró después de que la Fiscalía ordenara la preclusión de la investigación que le llevaba por su supuesta participación en el asesinato de la recepcionista del Instituto de Salud de Arauca Nubia Jaimes Cantor, ocurrido el 3 de junio de 2003.
En un fallo del 27 de diciembre conocido por El Espectador, un fiscal de la Unidad de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario estableció que no había pruebas contra el exgobernador y desmintió a los testigos que lo vinculaban con el homicidio.
El fiscal incluso compulsó copias para que se investigue a los declarantes por hacer parte de un supuesto complot contra Acosta Bernal, actualmente detenido por sus supuestos vínculos con el Bloque Vencedores de Arauca de las autodefensas y por su presunta participación en el homicidio del delegado de la Registraduría Juan Alejandro Plazas Lomonaco, acaecido el 10 de julio de 2003.
En su decisión, el representante del ente investigador indicó que las declaraciones que involucraban a Acosta Bernal con el asesinato “no resultan afortunadas ni merecen credibilidad y son fruto de una maquinación, complot dirigido a agraviar por vía judicial al sindicado para obtener algún beneficio de parte suya o de parte de la administración de justicia”.
Los confesos sicarios de Jaimes Cantor, Ferney Alvarado Pulgarín, alias Cúcuta; Andrés Darío Cervantes, alias Chichi, y José Herlberth Izquierdo, alias El Eléctrico, señalaron al exgobernador como el determinador del asesinato de la funcionaria que, para el momento de su muerte, se desempeñaba como secretaria del Instituto de Salud de Arauca.
De acuerdo con alias Cúcuta, en 2002 Acosta Bernal le entregó una lista de casi 100 personas para que las asesinara por sus presuntos vínculos con la guerrilla. Según él, en enero de 2003 se volvió a reunir con Acosta Bernal, en ese momento candidato a la Gobernación, y éste le dio los nombres de las 30 personas de la lista que debían ser asesinadas primero, entre ellas Jaimes Cantor. Ella supuestamente se negaba a ayudar a Acosta Bernal en sus aspiraciones a la Gobernación, y por eso estaba en la lista negra.
Cumpliendo con la supuesta orden, alias Cúcuta, alias Chichi y alias El Eléctrico asesinaron a la mujer cuando se movilizaba hacia su casa. Con sus declaraciones la Fiscalía inició las pesquisas. El 14 de marzo de 2011, agentes del CTI capturaron en Bogotá al exgobernador, en ese momento prófugo de la justicia. El ente investigador recogió entonces cuanta declaración había que vinculara a Acosta Bernal con la muerte de Jaimes Cantor. Al juntar las piezas, el rompecabezas quedaba incompleto.
Primero, en el momento de las supuestas reuniones, Acosta Bernal se desempeñaba como cónsul de Colombia en Singapur. En diciembre de 2002 y enero de 2003 se encontraba en ese país. Además, según la Fiscalía, el exgobernador de Arauca no tenía motivos para asesinar a Jaimes Cantor. Ella, cercana a su familia, no tenía el poder que los testigos decían que tenía. En realidad, cada mes se veía a gatas y luchando para que la confirmaran en su cargo de recepcionista.
Los familiares de Jaimes Cantor no sabían de enemigos o amenazas en su contra; apenas habían escuchado de un amigo que se encontraba recluido por supuestos vínculos con la guerrilla y rumores de una relación amorosa con una persona cercana a las autodefensas. Todo ello, especulaciones. La última pieza del rompecabezas provino de alias El Eléctrico, quien confirmó que si en algún momento había señalado a Acosta Bernal de ser el instigador del crimen fue porque una abogada de alias Cúcuta le había dicho que lo hiciera a cambio de un dinero. En el expediente no se compulsaron copias para investigarla.
Al parecer, el mismo Eléctrico instó a otros miembros de los paramilitares a que acusaran a Acosta Bernal, pero ninguno siguió su ejemplo. La Fiscalía deberá empezar una vez más sus pesquisas para esclarecer lo sucedido con Nubia Jaimes Cantor y, además, con el complot que creen se tejió en contra de Acosta Bernal. Por su parte, el exgobernador de Arauca sigue en proceso por otras declaraciones que lo señalan de ser el aliado de los paramilitares en esa región del país. Por lo menos en lo relacionado con Jaimes Cantor, la justicia cree que Acosta fue víctima de un montaje. En las demás investigaciones en su contra, la última palabra aún está por decirse.
Tomado de:ELESPECTADOR.COM
