Las operaciones conjuntas del Ejército, la Armada y Fuerza Aérea que permitieron el pasado 24 de noviembre un contundente golpe al ELN, cuando en el desarrollo de una operación militar en el departamento de Arauca, donde fueron neutralizados 12 insurgentes de la autodenominada Comisión Compañero Tomás del Frente Domingo Laín Sáenz, permitió identificar entre estos a alias, ‘Carlos Soplado’, cabecilla de la compañía Simacota del Batallón Héroes y Mártires del Frente de Guerra Oriental del ELN.
La ofensiva militar que contó con el apoyo y la coordinación de la Policía Nacional y el Cuerpo Técnico de investigación CTI, para las diligencias judiciales, fue desplegada en el sitio conocido como Caño Grande del municipio de Tame, en el marco del Plan de Guerra Espada de Honor II, que busca neutralizar el accionar criminal de los grupos armados al margen de la ley que delinquen en la jurisdicción.
Alias ‘Carlos Soplado’, de 32 años y oriundo de Guasca, Cundinamarca, estuvo vinculado a esta estructura delincuencial durante dos décadas, perpetrando toda clase de actos en el Piedemonte Llanero, desde cuando fue reclutado ilícitamente por esa estructura criminal a sus 12 años, cometiendo de forma sistemática actos de barbarie, violatorios de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario, con los cuales sembró el terror en la región.
Además, entre otros actos, incluidos en su prontuario delictivo, se encuentran los ataques indiscriminados en contra de la infraestructura energética y vial, la Fuerza Pública y la población civil del departamento de Arauca. Sus acciones delincuenciales se caracterizaban por el uso de explosivos, seguimientos delictivos a través de la Red de Apoyo al Terrorismo, para ejecutar acciones mediante el empleo de artefactos explosivos, hostigamientos y plan pistola, contra las tropas, y las caravanas de transporte de petróleo.
En esta operación militar también fue neutralizado alias ‘Pony’, cabecilla de la Comisión Compañero Tomás, quien llevaba más de 10 años delinquiendo en esta estructura, y quien según las primeras informaciones, tenía encargos de extorsionar a campesinos y moradores de Fortul. Sindicado además, de ordenar la instalación de artefactos explosivos, como el del pasado 11 de junio de este año, cuando instalaron cinco kilos de explosivo cerca de un colegio del municipio de Saravena y bloquear las principales vías de la región.