EDITORIAL
Arauca se encuentra sitiada por el terror del accionar de los grupos subversivos, los recientes hechos son golpes a la esperanza y a la vida de cientos de araucanos que nacimos, crecimos y muy seguramente moriremos en esta tierra. La sociedad civil entera reclama hechos de paz, compromiso estatal para mejorar la inversión social de estas zonas afectadas por la violencia, y mayor operatividad y contundencia de la fuerza pública, para defender la vida, honra y bienes de los ciudadanos.
La muerte de Pedro Antonio Bohórquez Martínez, Secretario de Desarrollo del Municipio de Saravena, nos duele a todos. Significa, ni más ni menos que no hay lugar seguro en Arauca, ni quien defienda a la población civil. El ataque que acabo con la vida de Bohórquez se produjo a menos de una cuadra de la estación de Policía de ese municipio, en medio de un grupo de escoltas de la Unidad Nacional de Protección, y a plena luz del día. En el momento en que se cometía este hecho, de manera simultánea fue hostigada la estación de Policía con tiros de fusil.
El llamado desesperado del Gobernador de Arauca, José Facundo Castillo Cisneros, resume el sentir de los llaneros: “Señores violentos: qué tenemos que hacer la población civil para que ustedes no sigan acabando vidas, enlutando familias, acabando con las esperanzas de los seres queridos de sus víctimas…” Así mismo en su comunicación llama la atención al gobierno nacional, para que “ponga los ojos en Arauca”.
Cuantos muertos más tendremos que poner los araucanos para que el Presidente Juan Manuel Santos, le dé la importancia a las víctimas del conflicto en esta región del país. Que nos tenga en cuenta en la toma de decisiones sobre la grave situación de orden público que estamos padeciendo. Necesitamos hechos de paz, mayor inversión social y seguridad. El sentir de los araucanos es que nos están dando un trato de ciudadanos de segunda, sin dolientes en el orden nacional y con serias limitaciones en lo local.
En Arauca la lucha contra los violentos no está dando los resultados deseados, así lo demuestran los recientes hechos. Estamos perdiendo territorios valiosos de la nación y al parecer el gobierno nacional no se ha dado cuenta. Nuestros voceros en el congreso, ambos de la coalición de gobierno, guardan absoluto silencio. Claro, ya paso la elección.
La seguridad en Arauca, es un asunto que debería estar en primer lugar de la agenda del gobierno. El deterioro de esta no solo está afectando sus habitantes, también las expectativas en materia de producción petrolera, el descenso de las regalías y como consecuencia de ello, una menor distribución para las regiones.
