Carmen Alicia Pérez, es una colombiana residenciada en la población de El Amparo en el estado Apure venezolano, tiene más de 20 años de estar allí, se fue en la época en que la bonanza en Venezuela era buena por el alto precio del bolívar. La situación de los últimos años la ha mantenido entre esta población y Arauca, su tierra natal, donde se rebusca el recurso para el sustento de sus familias haciendo oficios varios en una casa residencial.
En un comienzo se dio el cierre de la frontera entre Apure y Arauca. Luego su apertura peatonal únicamente por el punto autorizado, el Puente Internacional José Antonio Páez tras 11 meses de cierre, le ha generado una serie de contratiempos para poder llegar a la ciudad de Arauca para cumplir con su trabajo, como lo tienen que soportar muchos colombianos y venezolanos que buscan traspasar la frontera entre Arauca, Arauquita, Saravena y parte de Cubará en Boyacá, poblaciones que limitan con el estado Apure venezolano.
El paso por este sector ha sido tedioso, por los requerimientos y trámites que se tienen que hacer ante las autoridades venezolanas, lo que no ocurre en el lado colombiano. “Si no se tienen los papeles al día no lo dejan pasar y si lo autorizan termina uno pagando dinero a los guardias venezolanos, esto es el pan de cada día”, manifestó una mujer que no quiso revelar su identidad por represalia de las autoridades venezolanas.
Muchas son las personas, entre colombianos y venezolanos que por evitar este tránsito por el Puente Internacional José Antonio Páez, lo prefieren hacer de manera ilegal a través del río Arauca, un afluente binacional que comunica a las dos poblaciones y donde se mueve significativamente el contrabando de combustible, algunos productos y un fenómeno que ha ido en crecimiento, la comercialización de carne, queso y el robo de ganado desde territorio venezolano, situación que tiene casi en la quiebra a muchos ganaderos araucanos.
Para las autoridades colombianas, el cierre de la frontera hizo que el paso del río Arauca se convirtiera en un paso informal, porque con ellos se han dado múltiples situaciones, poniendo en riesgo la misma seguridad de la capital araucana, que en el último mes desbordó el nivel de inseguridad.
Los robos a comerciantes, residencias, casos de fleteo, el hurto a mano armada y raponazos fueron el pan de cada día, lo que generó un rechazo generalizado de la comunidad, lo que motivó el diseño de estrategias de seguridad por parte de las autoridades, al punto que el mismo Inspector General de la Policía, Mayor General Jorge Enrique Rodríguez Peralta, así como el Comandante de la Región 5 de Policía, Brigadier General Gustavo Alberto Moreno Maldonado, llegaron a la ciudad capital para hacerle frente a estos brotes delincuenciales.
Las estadísticas de Migración Colombia, reporta que desde el cierre de la frontera entre el 17 de septiembre de 2015 al 12 de agosto de 2016 cuando se autorizó la reapertura de la frontera entre Apure y Arauca transitaron 572.389 personas a través del Puente Internacional José Antonio Páez, de los cuales 283.131 ingresaron al departamento de Arauca y 279.258 lo hicieron emigrando del territorio nacional.
Las autoridades migratorias también relacionan que en lo corrido de este 2017, ya se han movilizado a través del Puente Internacional José Antonio Páez, 212.219 personas, entre ellas lo han hecho 106.828 entrado al departamento de Arauca y 105.391 saliendo, una cifra que casi duplica al ingreso del año pasado.
Establecen las autoridades, que en un 96% por ciento de los venezolanos llegados a Arauca lo hacen para realizar compras representadas en víveres y elementos básicos de la canasta familiar. Un 1% por ciento lo hacen para acompañar a sus hijos al colegio, un 2.5% por ciento para hacer visitas a sus familiares, un 1% por ciento por trabajos y un 1% por ciento para atención médica.
Mientras tanto, los colombianos residentes en Venezuela traspasan la frontera hacia Arauca en un 56% lo hacen para trabajar, según el reporte de las autoridades, un 9% por ciento para la visita de sus familiares, un 7% por ciento para la atención médica, un 9% por ciento para acompañar a los hijos al colegio y un 18% por ciento para compras.
Por su parte, las medidas migratorias en el 2016 reportaron 544 casos y en lo corrido de este 2017 ya son 284 deportaciones, expulsiones, inadmisiones o multas aplicadas a extranjeros que han sido regresados a su país por el Puente Internacional José Antonio Páez por estar de irregular o no reunir los requisitos para poder ingresar al territorio nacional colombiano.
En el municipio de Arauca, ya es muy común encontrar a venezolanos realizando actividades informales. Muchos de ellos vienen a comercializar productos de plásticos para el hogar, artesanías, así como carne bovina y queso a muy bajos precios, una problemática que se les ha salido de control a las autoridades y que representan una amenaza para la salud de los araucanos que compran estos productos por sus bajos precios, pero también un riego que corre la región por ser una zona de alta vigilancia según el ICA.
Con el nivel de inseguridad presentado en el mes de enero, las autoridades de policía, ejército y armada nacional, incrementaron los operativos en la zona de frontera con el río Arauca, limitando casi en su totalidad el paso de las canoas, el que no está autorizado, dejando cerca de 120 venezolanos capturados y entregados a las autoridades migratorias del vecino país.
Otro de los fenómenos crecientes en Arauca ha sido el de la prostitución de mujeres llegadas desde diferentes estados venezolanos a esta ciudad a ejercer su trabajo en sitios de lenocinio. La mayoría de ellas indocumentadas, las que han caído en las redadas y entregadas por las autoridades a Migración Colombia para que tramiten las respectivas entregas a las autoridades venezolanas.
Información preliminar de las autoridades indican que desde la reapertura de la frontera, más de 100 mujeres que ejercían la prostitución en sitios de lenocinio en Arauca han sido deportadas por las autoridades, mientras que cerca de 30 personas inmersas en delincuencia han corrido con la misma suerte, han sido entregadas a las autoridades venezolanas por Migración Colombia a través del Puente Internacional José Antonio Páez.
Las autoridades, ejército, policía y armada nacional trabajan de manera articulada con fuertes operativos a lo largo de la zona de frontera por el río Arauca desde esta semana, obteniendo importantes resultados en la reducción del contrabando de mercancías, hidrocarburo y cerrándole el paso a la delincuencia con operaciones también en hoteles, moteles y residencias donde se ha evidenciado la presencia de venezolanos de manera irregular, alguno de ellos con porte de estupefacientes.
