Arauca pasa por la peor crisis económica de toda su historia y el gobierno no reacciona, ni da alternativas para superar el momento difícil. Sin embargo, Ricardo Alvarado no es el responsable de esto… son quienes lo eligieron a sabiendas que desconocía la fragilidad económica y social del Departamento, que no era el mejor administrador, y conocían muy bien cuál era su temperamento. Ahora que no se quejen.
En las calles de Arauca el tema es la crisis económica y social. No hay billete, esa es la verdad. Las razones son muchas: la escasa contratación y lentitud en los procesos de legalización de los mismos, el bajo precio del petróleo que afecta el giro de regalías, las trabas para aprobar los Ocad, el impacto directo en la frontera de la crisis venezolana, promesas incumplidas del gobierno y sobre todo… la corrupción que arrebata las pocas posibilidades de desarrollo y bienestar de los Araucanos, sin embargo, el Gobernador es inocente…
Tan inocente es… que está actuando con el mismo proceder de su infortunado paso por la Alcaldía de Arauca. Desde ese entonces y hasta ahora es recordado por el “pajarraco” de la plazoleta municipal, ahora se le tendrá que sumar el obelisco, famoso por su costo y falta de planeación, por el cual dio la pelea para ocupar un lugar privilegiado en el anecdotario político de Arauca.
Aun así, sigue siendo inocente, porque cree ciegamente en su gabinete. Piensa que la ahijada le dice la verdad sobre el IDEAR y que allí no está pasando nada. Que el Director de Transito es un prohombre de la patria, cuando la percepción que tiene la ciudadanía del Instituto es que allí campea la corrupción. Que los secretarios de Gobierno y Planeación actúan en pro de las funciones del cargo y no están pensando en su propia elección. Sigue pensando que los alcaldes y diputados se mantienen de su lado por su discurso y capacidad política.
Es inocente del descalabro del obelisco. Fue a sus espaldas que se entregaron 3.800 millones para mejoramiento paisajístico y que aún se siga contratando con fundaciones como ASTEPROA y FUDEORINOQUIA. Tampoco se puede señalar por la absolución de la sanción de 340 millones de pesos al contratista de la vía al aeropuerto viejo y que a los pocos días se le haya entregado a este mismo personaje el contrato de alimentación escolar por más de 8.000 millones de pesos. Sencillamente fue engañado y asaltado en su buena fe, lo único que hizo fue firmar lo que sus bien intencionados asesores le llevaron a su escritorio.
Sin tener culpa alguna, los mercenarios mediáticos y de las redes sociales a su servicio, siguen maquillando e intentando esconder la realidad de su administración, o en su defecto acallar con calumnias y burlas grotescas a quien se atreve a criticarlo. Arauca observa abismada como el río crecido se lleva la esperanza e ilusión de ver esta tierra mejor. Mientras se sigan buscando pretextos y evadiendo responsabilidades… usted nunca tendrá la culpa Gobernador. Arauca merece ser escuchada y respetada, reaccione que vamos mal… muy mal.
