Se han presentado unos 12 fenómenos de La Niña, la mayoría de ellos con intensidad débil, a excepción de dos episodios que alcanzaron niveles de intensidad fuerte.
El Fenómeno de La Niña, que ya se ha confirmado, sucederá el próximo año, es uno de los sucesos climáticos más temidos por todos los colombianos.
Porque el término está asociado a graves emergencias que ha afrontado el país. Así lo reconoció Christian Euscátegui, jefe del Servicio de Pronósticos y Alertas del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM.
En Colombia, afirma Euscátegui, se han presentado unos 12 fenómenos de La Niña, la mayoría de ellos con intensidad débil, a excepción de dos episodios que alcanzaron niveles de intensidad fuerte y produjeron una verdadera crisis económica y social en el país.
El peor de ellos ocurrió hace siete años, el cual inicio en junio del 2010 y terminó en mayo del 2011. Este fenómeno, que sucede por el enfriamiento de las aguas del Océano Pacífico, fue catalogado por el experto como “el más fuerte en toda la historia” por alcanzar con mayor rapidez sus niveles más bajos de temperatura.
“Llegó a unas anomalías de una temperada superficial del mar cercanas a -1.7°C, generando repercusiones en el país bastante notorias, como inundaciones, crecientes súbitas y deslizamientos de tierra, con las consecuentes pérdidas materiales”, recordó Euscátegui.
Según una valoración de daños y pérdidas que realizó la CEPAL, el país tuvo más de 3 millones de personas afectadas, especialmente en las regiones Andina, Caribe y Pacífica. Además, zonas como el Canal del Dique, La Mojana y la Depresión Momposina vivieron fuertes inundaciones. El total de daños, según ese estudio, alcanzó los $11,2 billones.
El segundo episodio más fuerte, fue el que se dio entre los años 1998 y 2001, que también se caracterizó por fuertes tormentas y lluvias, perjudicando a miles de colombianos y sus viviendas. Durante este fenómeno de La Niña, la región Pacifica fue la más afectada.
Finalmente, Euscátegui, recalcó que el IDEAM seguirá monitoreando la evolución de La Niña y su incidencia en las condiciones de lluvia para el país, advirtiendo oportunamente a las entidades del Sistema Nacional Ambiental, a las del Sistema Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres y a los diferentes sectores productivos del país, a fin de que se adelanten todas las actividades necesarias en términos de prevención.
