Plantas como matarratón, bore y botón de oro, junto a maíz, yuca y plátano, son la materia prima de este concentrado creado por estudiantes de Zootecnia con el que buscan suplir de manera natural los requerimientos nutricionales de pollos de engorde, lo cual representaría una reducción de los costos en la producción avícola.
Luz Elena Castillo, Angely Garzón, Angélica Santos y Daniela Velandia, estudiantes de Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Orinoquia, guiadas por el docente Jesús Berdugo, aprovecharon la diversidad de cultivos que ofrece el campus para experimentar con la alimentación natural, comparándola con los concentrados comerciales usados para la producción avícola.
Para el proceso empezaron recogiendo las hojas del bore, una planta que puede superar los 80 cm de altura y que resalta porque contiene en su tallo grandes reservas de almidón, lo que significa un alto contenido de proteína; aunque crece con facilidad en zonas húmedas, a veces suele pasar desapercibido. También colectaron hojas de matarratón y botón de oro.
El material recolectado se secó a 45 °C, después se molió y mezcló con yuca, maíz y plátano. Así nació LADA-UNAL, el concentrado natural que alimentaría a 35 crías de pollos de engorde, es decir, aves criadas para comercializar su carne.
“El proceso de alimentación se hizo respetando las etapas productivas de los pollos: preinicio, inicio y engorde. La transición fue lenta, se hizo durante cuatro semanas, y en la última etapa se les dieron a las aves hasta 370 gramos de concentrado”, menciona la estudiante Castillo.
Para evidenciar la eficacia del producto, midieron la evolución de los pollos a través de su peso; para ello les suministraron tres tipos de dieta: una comercial compuesta por maíz y soya, otra con el concentrado LADA con una adición de torta de soya, y LADA sin ninguna adición.
Con el concentrado comercial los pollos tuvieron un peso de 450 gramos; con LADA + soya, 309 gramos, y solo con LADA 350 gramos. “Aunque con el concentrado comercial los animales tuvieron mayor peso, el creado por sus estudiantes muestra potencial para ser competitivo, además de ser más económico, pues no necesita soya”, explica el profesor Berdugo.
En el último día del experimento los pollos tenían 27 días, y algo muy importante es que no murieron, lo que quiere decir que el concentrado cumple con los requerimientos nutricionales para su mantenimiento.
“No queríamos causar estrés en los animales, por eso la transición fue lenta. Al inicio creímos que con nuestro concentrado les faltaría proteína a los pollos, pero nos dimos cuenta de que tuvieron un peso superior”, destaca la estudiante Garzón.
“Iniciativas como esta son pertinentes para la producción avícola de la región, que, según el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) Seccional Arauca, el 80 % corresponde gallinas ponedoras y el 20 % a pollos de engorde, cifras que concuerdan con la producción nacional de más de 1 millón de toneladas de proteína de aves en 2023”, señala el docente Berdugo.
Destaca además que “este proyecto obedece a la iniciativa de Aulas Vivas de la Sede, que busca que cada espacio del campus sean un escenario de formación experimental para los estudiantes, y que además aprovechen los recursos que ofrecemos. Por eso el resultado final del concentrado es 100 % con cultivos de la Sede”.
Fuente: UNAL
