Un accidente de tránsito registrado ayer en Arauca, evidenció el grado de irresponsabilidad de muchos conductores de vehículos, pero también la desidia de los mandatarios y de las mismas entidades de salud, al carecer el municipio de un servicio de ambulancia para atender las emergencias.
Y es que con la carencia de una red de ambulancias, le ha tocado a la Policía Nacional y a la misma comunidad, atender y trasladar los heridos en vehículos comunes y corrientes, representando tal acción, un riesgo mayor para la salud de los accidentados, los cuales son llevados como animales en los platones de los carros, hasta la unidad de urgencias del Hospital San Vicente.
El accidente se registró en las primeras horas laborales de este martes, a la altura de la calle 20 con carrera 14 del barrio Las Américas, donde el conductor del vehículo venezolano de placas AB675ED, identificado como José Reinaldo Delgado Caicedo, terminó arrollando y accidentando al señor Marcos Albeiro Marín Angarita, quien conducía una motocicleta de placas venezolanas AD7C49S, el cual fue trasladado por unidades policiales y la comunidad hacia el centro asistencial del municipio.
Según el informe preliminar de las autoridades, el conductor de la motocicleta, quien transitaba ya por la calle, de un momento a otro giró de manera inconsciente hacia la derecha sin percatarse de lo avanzado que ya estaba el conductor de la camioneta, quien había superado el recorrido de la carrera, siendo arrollado por éste quien no pudo evitar el accidente.
Con este accidente de tránsito, se evidenció la grave situación que vive la capital del departamento de Arauca, así como los demás municipios y centros poblados, los que no cuentan con un parque automotor de ambulancias para la atención de los heridos en accidentes de tránsito, en un departamento de riqueza, con millones de recursos manejados por regalías del petróleo, muchos de ellos despilfarrados y que se han convertido en elefantes blancos con monumentos al cemento.
La salud en el departamento de Arauca no ha tenido dolientes en los últimos ocho años, a pesar de haber contado con dos gobernantes conocedores y profesionales en el área de la medicina, una situación que ha mantenido sumida en el más completo abandono a la salud de los araucanos, presentándose casos en los que pacientes han fallecido en el famoso paseo de la muerte.

