A pesar de no haber contado con una nutrida participación, tal parece que las oraciones elevadas el pasado viernes en la misa rogativa celebrada en el parque de la juventud cumplieron su objetivo.
Y es que 24 horas después de que el padre Carlos Alberto Hurtado Zocadagüí presidiera esta misa rogativa, pidiendo la bendición de la lluvia, cayó en la capital araucana un chaparrón que se extendió por casi una hora.
Fueron varias las expresiones de alegría y agradecimiento que varios araucanos expresaron a través de redes sociales por el don de la lluvia, el cual mitigo de cierta forma el excesivo verano que estamos viviendo.
Haya sido casualidad, haya sido intervención divina, lo cierto es que para los creyentes no hay nada más poderoso que la oración y aún más si está es comunitaria.
Sin embargo, la lluvia del pasado sábado también sirvió para prender las alarmas a las autoridades municipales, en especial a Emserpa, pues fueron varias las calles que se inundaron, como la calle 23 entre carreras 23 y 27, así como en otros sectores de la ciudad.
Es necesario que los araucanos tomemos conciencia de la limpieza de cunetas frente a nuestros hogares, de no arrojar basuras en las calles y de mantener el servicio de alcantarillado en perfecto estado, para evitar vivir una emergencia cuando llegue la época de invierno.