A partir del martes 9 de enero inicia en Bogotá un nuevo ciclo de conversaciones de paz entre el Gobierno y el Estado Mayor Central de las Farc. Desde el Congreso hay reacciones ante la activación de esta nueva ronda de diálogos.
El senador del partido Alianza Verde, Ariel Ávila, aseguró que los grandes retos que enfrenta este ciclo tienen relación con la continuación del cese al fuego, la finalización de actividades de extorsión por parte del Estado Mayor Central y la planeación de un cronograma que permita avanzar en más del 80% de la negociación en este 2024.
“En este tercer ciclo surgen tres grandes retos. El primer reto es el balance sobre el cese al fuego, si se continúa o no se continúa. Lo segundo es sobre el cese al fuego propiamente dicho, y el cese de austeridades contra la población civil, pues las extorsiones están disparadas. Y lo tercero, es que estas negociaciones necesitan avanzar en un cronograma, en una agenda mucho más explícita porque si en este 2024 al 31 de diciembre no está avanzado el 80% de la negociación va a ser imposible firmar la paz en este gobierno”, sostuvo Ávila.
De otro lado, el representante Alejandro Ocampo, celebró el hecho de que las disidencia del Estado Mayor Central, se siente en la capital a negociar con el gobierno, sin embargo, aseguró que es necesario que establezcan acciones concretas que permitan implementar acciones de paz.
“Celebro que las disidencias de Iván Mordisco se sienten en Bogotá con el gobierno, pero esta vez ya esperamos acciones concretas. Los colombianos esperamos que nos den tiempos, plazos, mecanismos y protocolos para implementar acciones de paz. La paz total de ser un hecho para el país, pero ya necesitamos ir caminando hacia este hecho”.
Ahora bien, dos de los sectores que más han cuestionado los diálogos son los del Centro Democrático y Cambio Radical, que han sostenido en repetidas ocasiones que el presidente Gustavo Petro debe permitirle a la fuerza pública ejercer territorial con el fin de “proteger a la sociedad civil”.
El senador de Cambio Radical, David Luna, indicó que, el mandatario “le amarró las manos y los pies a la fuerza pública”, razón por la que desde su punto de vista “el secuestro y el crimen organizado volvieron a cabalgar los departamentos del país”. Luna aseguró que el Estado Mayor Central debe entender que “entregar las armas y hacer la paz es la mejor salida para todos en Colombia”.
“Con el argumento de instalar una mesa de dialogo con el Estado Mayor Central, el presidente Petro le amarró las manos y los pies a nuestra fuerza pública, y es por esa razón que el secuestro, y el crimen organizado volvió a cabalgar por todos los departamentos del país. Es indispensable que Petro le permita a la fuerza pública proteger a la sociedad civil solo así se podrán ver los resultados en la mesa de dialogo con esa organización, que claramente debe entender que entregar las armas y hacer la paz es la mejor salida para todos en Colombia”.
De manera similar, el representante, Hernán Cadavid, mostró su inconformismo con algunas de las decisiones que ha tomado el Gobierno Nacional durante los ciclos de negociaciones. El congresista afirmó que mientras la sociedad colombiana exige garantías para la paz, el Gobierno Nacional no establece responsabilidades en hechos delictivos cometidos por estos grupos.
“No se puede entender que no haya una sola exigencia de verdad, de aclaración, o de asumir responsabilidades en los hechos delictivos por parte de estos grupos (…) El país no puede entender que mientras estos grupos siguen actuando delincuencialmente con homicidios, extorsiones y narcotráfico; las fuerzas militares siguen absolutamente neutralizadas y el Gobierno va avanzando como si nada estuviera sucediendo. En materia de paz, el gobierno está preso de los grupos criminales”.
