“He firmado el decreto ejecutivo declarando Conflicto Armado Interno”, expresó el mandatario a través de la red social X, mientras rige un estado de excepción por 60 días ante los secuestros de policías, ataques a la prensa y motines carcelarios.
El mandatario, de 36 años, ordenó además a las Fuerzas Armadas “ejecutar operaciones militares (…) para neutralizar” a una veintena de grupos del crimen organizado a los que identificó como “organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes”.
El decreto fue dado a conocer luego de que hombres armados encapuchados entraron al canal TC Televisión en Guayaquil (suroeste) cuando periodistas transmitían en vivo un noticiero, lo que provocó una dramática situación que se extendió durante al menos 30 minutos hasta que intervino la policía.
“No disparen, por favor, no disparen”, gritaba una mujer en medio de detonaciones producidas en el set de televisión.
Antes de que se apagaran las luces del set se observó a los encapuchados empuñar una granada, apuntar con armas a trabajadores y colocar lo que parecía un taco de dinamita en la chaqueta de una persona.
Un periodista de TC envió mensajes por WhatsApp a un reportero de AFP indicando: “Por favor. Entraron a matarnos. Dios permita que esto no ocurra. Están al aire los delincuentes”.
La policía afirmó más tarde que puso fin a la toma del canal y que detuvo a 13 personas
“Como resultado de la intervención en @tctelevision #GYE, nuestras unidades policiales hasta el momento logran la aprehensión de varios sujetos e indicios vinculados al ilícito”, señaló la policía por la red X.
En marzo pasado, cinco sobres con pendrives cargados con explosivos fueron enviados a periodistas de varios medios, uno de los cuales resultó con heridas leves tras la detonación.
Días “difíciles”
Desde hace dos días Ecuador vive noches de terror a raíz de la fuga de Adolfo Macías, alias “Fito”, jefe de la principal banda criminal conocida como Los Choneros, de una cárcel en la que estaba.
En respuesta el presidente Noboa declaró el lunes un estado de excepción que rige por 60 días en todo el país, incluidas las cárceles. La medida incluye un toque de queda de seis horas, desde las 23H00 locales (04H00 GMT).
A la evasión de “Fito” se sumó el martes la fuga de Fabricio Colón Pico, uno de los capos de Los Lobos, detenido el viernes por el delito de secuestro y su presunta responsabilidad en un plan para asesinar a la fiscal general.
En medio del estallido, siete policías fueron secuestrados en Machala (suroeste), Quito y El Empalme (sur). También se registraron explosiones contra una estación policial, frente a la vivienda del presidente de la Corte Nacional de Justicia y vehículos incendiados. No hay reportes de muertos ni heridos.
En cárceles de cinco ciudades del país hay 125 guardias penitenciarios y 14 funcionarios administrativos retenidos, señaló el organismo que administra las prisiones (SNAI).
Esta es la primera crisis que enfrenta el gobierno de Noboa tras asumir el poder en noviembre con la promesa de atacar con mano dura a los grupos narcos, vinculados a carteles colombianos y mexicanos.
“Son días sumamente difíciles porque (…) la decisión importante es enfrentar estas amenazas con características terroristas de manera frontal”, aseguró el secretario de Comunicación del gobierno, Roberto Izurieta, en entrevista con el canal digital Visionarias.
Fito cumplía una pena de 34 años en la cárcel Regional de Guayaquil por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato. Los Choneros se disputan con una veintena de bandas las rutas del tráfico de drogas en una guerra que desangra al país.
Una crisis “sin precedentes”
Noboa, quien encabeza una reunión del Consejo de Seguridad en Quito, atribuyó la arremetida en las cárceles como una represalia por sus acciones para “recuperar el control” oficial de las prisiones y advirtió que no negociará con “terroristas”.
La semana pasada, el gobernante dijo que construirá dos cárceles de máxima seguridad en las provincias de Pastaza (este) y Santa Elena (suroeste), al estilo de las instauradas por su homólogo salvadoreño Nayib Bukele en su guerra contra las pandillas.
Sectores de indígenas de la Amazonía llamaron a protestas pacíficas este martes en rechazo a ese proyecto en Pastaza, su territorio biodiverso y petrolero.
Los actos violentos también se dieron en la costera Esmeraldas (noroeste y cerca de la frontera con Colombia), una de las provincias ecuatorianas controladas por mafias.
En la capital también se reportó el estallido de un auto y la explosión de un artefacto cerca de un puente peatonal. Su alcalde, Pabel Muñoz, pidió al Ejecutivo la “militarización” de instalaciones estratégicas ante la “crisis de seguridad sin precedentes”.
Ubicado en medio de Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de cocaína, Ecuador pasó de ser una isla de paz a un fortín de guerra del narco. El 2023 cerró con más de 7.800 homicidios y 220 toneladas de droga incautadas, nuevos récords en la nación de 17 millones de habitantes.
Desde 2021 los choques entre presos han dejado más de 460 muertos. Además, los homicidios en las calles entre 2018 y 2023 crecieron en casi 800%, al pasar de 6 a 46 por cada 100.000 habitantes.