El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este domingo una resolución para convocar una sesión especial urgente sobre Ucrania en la Asamblea General, el órgano en el que se sientan los 193 Estados miembros de la organización, y se prevé que dicha reunión arranque este lunes.
La iniciativa, impulsada por Estados Unidos y Albania, salió adelante
El movimiento llega después de que el viernes Rusia bloqueara en el Consejo de Seguridad una resolución que condenaba su invasión y le ordenaba la retirada de tropas y busca que la Asamblea, donde Moscú no puede vetar decisiones, apruebe a lo largo de los próximos días un documento parecido.
Según dijeron a Efe fuentes diplomáticas, se prevé que la sesión especial arranque este lunes, pero la votación del texto no se producirá antes del miércoles, para dar tiempo a todas las delegaciones de analizarlo con sus capitales.
Para llevar el asunto a la Asamblea General, EE.UU. y Albania usaron una fórmula que permite al Consejo de Seguridad referir una cuestión a de paz y seguridad a ese órgano en caso de bloqueo por parte de un miembro permanente, una vía que no se había utilizado con éxito en cuatro décadas.
Las sesiones urgentes de este tipo, de hecho, han sido muy escasas a lo largo de la historia de la Asamblea General, cuyas resoluciones no tienen el mismo peso que las del Consejo de Seguridad, que es normalmente el encargado de gestionar conflictos.
Estados Unidos y sus aliados buscan lograr el máximo número de apoyos posibles entre los 193 países de la ONU en un intento por mostrar el aislamiento de Rusia.
El viernes, cuando presentaron la resolución que Moscú vetó en el Consejo de Seguridad, y reunieron más de ochenta copatrocinadores de la iniciativa, por lo que se espera que en la Asamblea la resolución salga adelante sin problemas.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, aseguró que esa resolución servirá para asegurar que Rusia «rinda cuentas» y, dirigiéndose a los militares rusos, subrayó que el «mundo está viendo» sus ataques y les exigirá responsabilidades.
En una intervención ante el Consejo, Thomas-Greenfield defendió la necesidad de tomar «medidas extraordinarias para responder a esta amenaza al sistema internacional y hacer todo lo posible para ayudar a Ucrania y su gente».
«Tengamos el coraje de los ucranianos que se alzan valientes para defender su democracia y su forma de vida y sus futuros. Mostrémosles que no están solos», insistió.