La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) emitió su informe sobre los estudios económicos del panorama de Colombia con corte de febrero de 2022, identificando así, que la economía colombiana se ha recuperado de manera notable tras la crisis del COVID-19; no obstante, las acciones no son suficientes para contrarrestar la desigualdad y la pobreza.
“Los ingresos fiscales de tan solo en el 20 % del PIB son bajos incluso en el contexto de la región y resultan insuficientes para financiar las demandas sociales y la inversión pública”, explica la Organización en el informe. Además, señaló que el “60% de los trabajadores están en una situación de informalidad laboral, la cual los excluye del acceso a la seguridad social y reduce la productividad y los ingresos tributarios”.
En el caso particular de las contribuciones, la Organización considera que estas son elevadas, lo que frena la creación de empleo formal y mantienen la alta tasa de informalidad laboral. Lo que afecta directamente el crecimiento de la productividad, pues según la entidad, “se sitúa por detrás del de sus homólogos regionales y la competencia es débil”.
Entre tanto, el informe alerta que, pese al montos recaudados a nivel tributario, “la corrupción reduce la eficiencia del gasto público”, trayendo como consecuencia que se abra más la brecha de la desigualdad.
Finalmente, la OCDE recomienda, en primera instancia “reducir el alcance de los gastos tributarios en el IVA”, crear políticas que permitan fomentar la formalización reduciendo los costos no salariales, reducir las barreras arancelarias y no arancelarias al comercio internacional y “acelerar el ritmo de vacunación contra el COVID-19”.